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Iglesias a la mitad: La Gomera y El Hierro avanzan en la desescalada

Los párrocos de estas islas se enfrentan al reto de reestructurar la distribución de los fieles 15 días después

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Juan Ramos ya puede celebrar misas con el 50 % del aforo del templo de la Asunción

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las islas de La Gomera y El Hierro, junto con La Graciosa y Formentera, han entrado este lunes en la fase 2 de la desescalada. Eso, en el ámbito religioso, se traduce en que las iglesias pueden ampliar el número de fieles que asisten a los cultos. En este caso, se pasa del tercio de la capacidad del templo obligado en la fase 1 al 50 % del aforo en la fase 2.

Las islas más pequeñas fueron pioneras en la Diócesis en la reapertura de las iglesias y ahora, también, en la ampliación del aforo. La Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Asunción, en San Sebastián de La Gomera, aplica la fase 2 desde este mismo 18 de mayo. Su párroco y arcipreste de la isla, Juan Ramos, se enfrenta al reto de "reestructurar" la iglesia apenas 15 días después de haber planificado la distribución de los fieles.

"Lo más importante y lo más que dificulta todo es mantener la distancia mínima de un metro", explica a COPE Canarias, resaltando que, obviando esto, las restricciones del aforo no serían realmente un problema en el principal templo de La Gomera, que cuenta con tres naves y unas dimensiones considerables. Para esta fase 2 quitarán algunos bancos y pondrán otros, buscando garantizar siempre el distanciamiento entre fieles.

SATISFECHOS CON LA RESPUESTA

El balance tras dos semanas celebrando nuevamente la Eucaristía es más que positivo en la Villa. "Hemos tenido buena asistencia y la gente está respondiendo, gracias a Dios", comenta Ramos. Destaca que algunas personas en situación de riesgo por el coronavirus no han acudido todavía a misa —la Diócesis mantiene la dispensa del precepto dominical—, "pero sí ha venido gente mayor".

El arcipreste gomero recalca la necesidad de seguir cumpliendo las normas y no relajarse para evitar rebrotes. "Estamos hablando de un tema muy serio y tenemos que cuidarnos. Todo lo que pase de la puerta de la iglesia para dentro depende de nosotros, pero también conminamos a la gente a que respete las indicaciones en la calle", subraya.