TRIBUNALES

Los médicos que atendieron a Raquel Díaz aseguran que Pedro Muñoz entró en contradicciones

Una doctora de la UCI de León alertó a la Policía Nacional debido a que Muñoz daba versiones contradictorias y señala que la víctima presentaba agresiones de distinta evolución"

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Los médicos que atendieron a Raquel Díaz aseguran que Pedro Muñoz entró en contradicciones

Redacción COPE Bierzo

Ponferrada - Publicado el - Actualizado

8 min lectura

Los médicos que atendieron a Raquel Díaz tanto en el Hospital del Bierzo como en el de León durante la madrugada del 28 del mayo de 2020 afirmaron este jueves ante la Audiencia Provincial de León que “las lesiones que presentaba la mujer no concordaban con la explicación de los hechos que había dado su marido”, el ex concejal Pedro Muñoz, al que se juzga desde este lunes acusado de los delitos de tentativa de homicidio, maltrato, amenazas, injurias y lesiones por el suceso ocurrido el día 27 de mayo de 2020 en la vivienda que compartía en Toreno con su entonces mujer.

Según el relato del primer médico que la reconoció, en el Hospital del Bierzo, la paciente llegó con un “trastorno craneoencefálico grave y en coma” y su marido explicó que “la había encontrado caída debajo de un escalón unos 40 centímetros de altura y que había un pozo cerca, con el que sugirió que podría haberse pegado con la cabeza”. Sin embargo, en su exploración se localizaron “heridas en el cuero cabelludo, en varias vértebras y arañazos en las piernas, que Muñoz justificó con que “la había movido por la falta de luz”.

La gravedad de la situación de Raquel Díaz, “que estaba próxima a la muerte”, hizo que esta tuviera que ser trasladada al Complejo Asistencial Universitario de León y fue allí donde saltaron las alarmas en el Servicio de UCI, donde “todos comentaban que las lesiones no eran compatibles con la versión que daba el marido y que había cosas raras que no encajaban”.

Así lo relató una de las médicas de este servicio, quien aseguró que Pedro Muñoz dio “varias versiones diferentes y contradictorias” sobre la caída de Raquel Díaz. “La primera fue que se había caído para atrás, luego que se había caído de un muro y después que había estado persiguiendo a un gato”, relató, al tiempo que detalló que la mujer presentaba “una herida en la parte posterior de la cabeza y muchas lesiones en las rodillas y la parte anterior tobillos que no encajaban con haberse caído para atrás”, así como “agresiones de distinta evolución”, es decir, “algunas recientes y otras no”, lo que significaba que “no eran todas de ese día”.

Ante esta situación, fue la doctora la que el día 28 de mayo decidió llamar a un forense de su confianza para trasladarle la “extrañeza de la situación” y preguntarle cómo debía actuar, por lo que se dio traslado de lo ocurrido a la Policía Nacional. Concretamente del ingreso en el Caule de “una mujer con lesiones muy graves por traumatismo múltiple en una finca en la localidad de Toreno cuando estaba sola con su pareja”, de modo que “podría ser compatible con una lesión por violencia de género”.

También fue “difícil de entender el caso” para el neurocirujano que efectuó la primera intervención a Raquel Díaz, para quien “lo verdaderamente importante fueron las lesiones cerebrales, no la fractura del cráneo”, que seguía sin entenderse “respecto al mecanismo causal”. “Recuerdo explicaciones de que el gato se había escapado y la paciente había ido a buscarlo por una tapia, que era una hipótesis que podría barajarse, pero no llegaba a quedar claro lo que había ocurrido, porque se trataban lesiones de mucho impacto que llevan implícita mucha energía cinética”, relató, al tiempo que aseguró que, cuando habló con Pedro Muñoz sobre la intervención de su mujer, este dijo que hiciera “lo que fuera necesario” para “poder volver a dar un paseo” y se refirió a la abogada como “una persona brillante”.

ATENCIÓN EN LA FINCA

También declararon este jueves en la Audiencia Provincial de León el médico del centro de salud de Toreno que se desplazó al lugar tras recibir la llamada del Servicio de Emergencias 112, así como el de emergencias. Ambos coincidieron en que la mujer se encontraba ubicada en un porche acristalado en el interior de la vivienda, a donde Pedro Muñoz reconoció que había movido debido a que cuando la encontró “tirada en el suelo en un charco de sangre después de escuchar un fuerte golpe” estaba en “un lugar sin luz”.

Según los facultativos, Raquel se encontraba “en situación crítica y en un estado profundo en el que no abría los ojos, sino que solamente emitía sonidos ininteligibles y respondía con movimientos muy erráticos al dolor”, mientras que Muñoz, que en aquel momento se identificó como “su marido y enfermero” estaba “en un estado anímico alterado”. “Raquel estaba inconsciente y tenía múltiples arañazos, lesiones y heridas sobre la piel. Se encontraba tendida en el suelo con los pies hacia la oscuridad y en ropa interior. También había sangre en el suelo”, relataron.

“QUERÍA SALIR DE LA RELACIÓN”

La Audiencia también escuchó el testimonio de la psicóloga que trató a Raquel Díaz desde abril de 2019 hasta marzo de 2020 por videoconferencia, a la que llegó porque “quería salir de la relación y tenía miedo porque sentía que en la zona en la que vivía su pareja tenía mucho poder y no se sentía segura ni confiaba en nadie”. A su psicóloga, la mujer le hablaba de “una relación de maltrato psicológico con insultos y lo que ella llamaba explosiones”.

“El perfil de las víctimas de violencia de género encaja con esto, ella refería muchísimo miedo y yo sospechaba que, según el calibre del maltrato psicológico que decía, pudiera haber maltrato físico detrás, pero nunca lo dijo porque sabía que yo me podría saltar la confidencialidad y trabajar con ella para denunciar”, expuso.

Antes de acudir a dicha psicóloga estuvo en tratamiento con una psiquiatra entre febrero de 2018 y enero de 2019 y esta contó hoy en su declaración que Raquel presentaba “síntomas depresivos reactivos a un problema de pareja que ella describía como tóxica y de la que se sentía dependencia”.

En sesiones con la profesional Raquel refirió “malos tratos verbales y físicos, como insultos o zarandeos” y aseguró que “la mayoría del tiempo estaba pensando en cómo salir de la relación porque sabía que era maltrato”.

LÁGRIMAS DEL ACUSADO

El presidente del tribunal llamó en la sesión de este jueves la atención a Pedro Muñoz por “hacer comentarios” durante las intervenciones de los testigos. Además, recordó que se trataba ya de la tercera vez que tenía que amonestarle, por lo que le advirtió que a la próxima este tendría que abandonar la sala.

El ex concejal del Ayuntamiento de Ponferrada pidió disculpas ante la situación alegando que “no había sido su intención” y mantuvo la compostura hasta el momento el que se produjo un receso en la sesión. Fue entonces cuando Muñoz lloró durante unos instantes ante el consuelo de su letrado.

ADEMÁS, UN GUARDIA CIVIL ASEGURA QUE "EL ESTUDIO DE TODAS LAS CONVERSACIONES ENTRE RAQUEL Y PEDRO MUESTRA EL TÍPICO PATRÓN DE MALTRATADOR"

“El estudio de todas las conversaciones, tanto entre Raquel y Pedro como de esta con sus amistades, muestra un patrón muy claro y típico de un maltratador: Comienza una discusión por un motivo banal -celos, desorden o la televisión-, se produce una respuesta agresiva y después llega la fase de arrepentimiento”. Así de rotundo se mostró este jueves un agente de la Guardia Civil en la Audiencia Provincial de León respecto al trato hacia Raquel Díaz del que fuera su marido, el ex concejal del Ayuntamiento de Ponferrada, Pedro Muñoz, al que se juzga desde este lunes acusado de los delitos de tentativa de homicidio, maltrato, amenazas, injurias y lesiones por el suceso ocurrido el día 27 de mayo de 2020 en la vivienda que compartían en Toreno.

También de dichos análisis, el agente desprendió que Raquel mostraba “una actitud sumisa”, mientras que Pedro “tenía el control en temas económicos” o intervino en “la redacción de un acto notarial para la negación de malos tratos cuando ya se sabía que había habido episodios de violencia física y psicológica”.

Uno de estos episodios se produjo en el mes de febrero de 2020 y fue grabado en el teléfono móvil de Raquel durante más de tres horas porque, según consideró el Guardia Civil, “ella sabía todo lo que iba a ocurrir”. De acuerdo al relato del agente, a raíz de escuchar esa grabación que “pone a uno los pelos como escarpias”, esa noche se produjo una discusión y ella no le quería dejar entrar en casa, pero finalmente lo hizo, lo que dio pie a una discusión banal”. En el audio se escucha el “elevado grado de ira y de violencia con el que Pedro actúa sobre su mujer y el intento de ella de escapar durante la agresión para, después, mostrar la parte de tranquila”.

El agente también hizo alusión a la existencia de contradicciones en las declaraciones de Pedro Muñoz sobre los hechos de la noche del 27 de mayo, cuando en primer lugar dijo que no había escuchado ningún ruido fuera a pesar de sí habérselo dicho a los médicos, así como que no había sangre mientras que otras personas sí o que no había regresado a la finca de Toreno mientras Raquel Díaz estaba en el Hospital del Bierzo, cuando el posicionamiento de su teléfono móvil sí lo refleja y, además, le sitúa allí en el momento en el que el teléfono de su ex mujer deja de estar activado.

También consideró contradictorio que, mientras que el ex concejal dijera a la Guardia Civil que la noche de los hechos no se había producido ninguna discusión, sí que reconoció a su hermano que estaba “enfadadilla” porque estaban viendo Operación Triunfo y no le gustaba, lo que “podría ser el posible detonante”.

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