Pentecostés representado en la Catedral
Los diferentes tiempos litúrgicos y festividades se hacen visibles en las obras de arte y espacios del templo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este domingo 23 de mayo celebramos Pentecostés, cincuenta días después de la Pascua de Resurrección y diez días tras la celebración de la Ascensión del Señor a los cielos. El significado de Pentecostés radica en la conmemoración de la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Virgen María.
Es decir, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad se hace presente dotando a los Apóstoles de los carismas a través de lenguas de fuego para anunciar el Evangelio.
Esta festividad data del siglo primero y es una de las más importantes en el calendario de la Iglesia, pero además goza de gran popularidad en muchos países con tradiciones muy arraigadas.
En la Catedral de Segovia, Pentecostés se celebra con gran solemnidad y tiene un hueco muy importante en el arte, vehículo de expresión de la fe.
En el crucero norte se ubica la vidriera de Pentecostés, realizada por Francisco de Herranz en 1685. Sobre el vitral se representa la escena de la venida del Espíritu Santo a la Virgen María, los Apóstoles y algunas mujeres. La escena se ubica en el interior de una casa. El Espíritu Santo está representado en forma de Paloma en la parte superior con las lenguas de fuego cayendo sobre las cabezas de los Apóstoles y la Virgen.
La técnica, materiales utilizados y el color sigue el discurso del resto de vidrieras del crucero, un total de ocho realizadas por el mismo autor, Herranz, que representan temas marianos, destacando la vidriera de la Inmaculada o la Coronación de la Virgen.
Con la celebración de Pentecostés el magnífico tabernáculo de la capilla del Santísimo girará sobre su base para mostrar la venida del Espíritu Santo, representado en forma de relieve.
Este tabernáculo u ostensorio fue diseñado en 1718 por el escultor barroco, Antonio Tomé, y dorado por Santiago Casas y Lorenzo Vila.
En los tres lados restantes se escenifica la Anunciación, una arqueta para el Jueves Santo y el último de los lados contiene un expositor para el día del Corpus Christi en color jaspe azul.
El mecanismo del tabernáculo fue diseñado para que pudiera girar sobre su base de forma manual en cada tiempo litúrgico.
Como dato, el conjunto se adorna con veintiocho niños enteros, veinticuatro medios niños y setenta cabezas de serafines, entre nubes plateadas y rayos dorados.
La parte superior es rematada con la Fe que contiene el cáliz en su mano derecha y, la cruz, en la izquierda. En la parte inferior de la estructura están representados los cuatro evangelistas.