VETERINARIA
¿Tienen nuestras mascotas alergias en primavera?
El Bulldog Francés, el West Highland White Terrier y el Golden Retriever, entre otras razas, tienen cierta predisposición genética a padecer alergia.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Durante la época primaveral, la polinización de diferentes tipos de gramíneas y otro tipo de plantas, además de un mayor número de pulgas, puede provocar que las mascotas alérgicas a estos alérgenos presenten síntomas como picor y enrojecimiento de la piel (que si perdura o cronifica puede derivar en hiperpigmentación, es decir, la piel se vuelve negruzca, o que la piel se engrose, lo que le da un aspecto irregular y rugoso). En algunas ocasiones pueden aparecer conjuntivitis, estornudos o incluso asma.
En Herrera en COPE Catalunya hemos hablado de las alergias en nuestras mascotas con el veterinario y miembro del consejo de colegios de veterinarios de Catalunya, Ricard Adán.
(ESCUCHA LA ENTREVISTA CON RICARD ADÁN AQUÍ)
Hay muchos factores que influyen en el desarrollo de las alergias en mascotas, pero uno de ellos es el componente genético.
Para buscar soluciones a las alergias primaverales, que afectan a muchas de nuestras mascotas, la mejor alternativa es acudir a un veterinario especialista dermatología.
Hay fármacos inmunomoduladores, como pueden ser los fármacos antiinflamatorios, que pueden ayudar a controlar este proceso. Estos, siempre prescritos por un veterinario, ayudarán a mitigar este tipo de patologías.
Pero no solo los fármacos son importantes para tratar la alergia, hay otros muchos aspectos que el veterinario tiene en cuenta, como controlar las infecciones secundarias, hidratación de la piel e incluso, al igual que en humana, se puede llegar a realizar pruebas de alergia serológicas o de intradermorreacción para llevar a cabo un tratamiento de hiposensibilización, lo que comúnmente se llama vacuna de alergia.
Minimizar el impacto de la alergia también está en manos de los cuidadores
Los cuidadores pueden también intentar prevenir la aparición de los signos clínicos de la alergia, por ejemplo, llevando a cabo una prevención antiparásita adaptada al estilo de vida del paciente y al área donde vive, disminuyendo los paseos por el campo, bañando a menudo con productos adecuados y siempre siguiendo las instrucciones del veterinario.