La psicóloga Macu Gortazar desmiente el mito asociado al TDAH y los niños movidos: "No necesariamente lo tiene"

La terapeuta reputada señala este habitual "diagnóstico casero" que se suele hacer sobre jóvenes que tienen más "activación física"

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Poniendo las Calles

Carlos Moreno 'El Pulpo' conoce con la psicóloga de Macu Gortázar-Ibáñez de la Cadiniere todos los secretos sobre el TDAH

José Manuel Nieto

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El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) ha sido tema de discusión y preocupación para padres, educadores y profesionales de la salud en los últimos años. En Poniendo las Calles de Carlos Moreno 'El Pulpo', la psicóloga Macu Gortazar, experta en psicología infantil y educación, ha desmentido un mito comúnmente asociado al TDAH: que todos los niños movidos o hiperactivos tienen necesariamente este trastorno.

Según Macu Gortazar, uno de los errores más frecuentes es etiquetar a los niños que muestran una mayor actividad física o que tienen dificultades para mantenerse quietos como si tuvieran TDAH. "Un niño movido no necesariamente tiene TDAH", destacó la psicóloga, subrayando que el TDAH implica mucho más que solo un exceso de actividad física. Para poder realizar un diagnóstico adecuado, es necesario considerar otros aspectos, como la capacidad para mantener la atención en tareas concretas, la dificultad para disfrutar de actividades debido a la falta de concentración, y problemas con la gestión emocional.

Macu enfatizó que, a menudo, la hiperactividad observada en niños pequeños es solo una fase normal del desarrollo, y no todos los niños que tienen un alto nivel de energía deben ser diagnosticados automáticamente con este trastorno. Según Gortazar, "hay niños que simplemente son más movidos por naturaleza y no tienen ningún problema de atención". En muchos casos, este "diagnóstico casero" de TDAH se produce cuando los padres, al ver que su hijo tiene una mayor "activación física", tienden a asociarlo con el trastorno sin un análisis profesional más profundo.

Además, Macu alertó sobre la importancia de esperar hasta que los niños tengan entre seis y siete años para realizar un diagnóstico fiable de TDAH. Antes de esa edad, las diferencias en el comportamiento pueden atribuirse más a una etapa de hiperestimulación propia del entorno, como la exposición a las tecnologías, y no necesariamente a un trastorno.

El aumento de diagnósticos y el impacto de la tecnología

Gortazar también abordó el creciente número de diagnósticos de TDAH y cómo la tecnología juega un papel clave en ello. Aunque algunos creen que ha habido un aumento real en la prevalencia del trastorno, Macu argumentó que esto puede ser en parte una percepción equivocada. En su opinión, "lo que ha aumentado es el diagnóstico casero", ya que más padres tienden a identificar en sus hijos síntomas de TDAH al notar comportamientos como la hiperactividad y la falta de atención, sin considerar que estas conductas pueden ser simplemente el resultado de la sobreexposición a la tecnología.

La psicóloga señaló que los niños actuales están sometidos a una hiperestimulación constante debido al consumo rápido de contenidos en pantallas. "Si un niño está acostumbrado a ver vídeos cortos y luego se le pone una película larga, se aburrirá rápidamente", explicó. Esta falta de capacidad para concentrarse durante largos periodos no necesariamente se debe a un trastorno de atención, sino al modo en que interactúan con la tecnología, lo que afecta su capacidad para mantener la atención en tareas más largas o monótonas.

Macu Gortazar también reflexionó sobre el impacto del diagnóstico en la vida de los niños y sus familias. A pesar de la importancia de un diagnóstico preciso, Gortazar subrayó que "no soy especialmente amiga de las etiquetas". Aconsejó a los padres centrarse en las necesidades concretas de su hijo, en lugar de preocuparse únicamente por el diagnóstico. Cada niño es único, y lo que puede ser útil para uno, no necesariamente lo será para otro. La clave está en ofrecerles el apoyo necesario para superar sus dificultades, ya sea en el ámbito escolar, emocional o social.

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Por último, Macu Gortazar desmintió otro mito común sobre el TDAH: que los niños que lo padecen son menos inteligentes. "Nada más lejos de la realidad", afirmó, añadiendo que algunos niños con TDAH tienen incluso altas capacidades, pero su dificultad para concentrarse puede hacer que sus talentos no se desarrollen adecuadamente en entornos tradicionales.

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