Alicante sin prisas: las reservas navideñas para comer y cenar, en punto muerto

Aunque aún queda más de un mes para la Navidad, lo cierto es que cada año nos damos más prisa en decorar calles, casas y en comprar regalos, alimentos o bebidas para que no falte de nada en las mesas durante los días más familiares del año.

Hasta hace unos años la tradición marcaba que la familia y los amigos se reunían durante estas celebraciones en una casa para comer o cenar en torno a una mesa en la que no faltaba de nada. Generalmente eran las abuelas o las madres las encargadas de congregar a todos y mostrar sus artes culinarias. Ahora las cosas han cambiado y cada vez menos queremos vernos envueltos en líos de cocina. Es más cómodo comer o cenar fuera. Hacerlo en restaurantes donde ya todo nos lo dan hecho sin necesidad de tener que pensar en qué plato hacer, comprar los productos, cocinarlos y luego fregar.

Ahora para la comida de Navidad, incluso para la cena de Nochevieja, se prefiere ir a mesa puesta, a restaurantes que estos días ya están pendientes de las reservas. Unas reservas que este año en Alicante están más bien paradas. El pasado año a estas alturas las reservas para las navidades ya estaban en el 50 por ciento. En este apenas llegan al 25 por ciento. Algo que llama la atención al sector que cree que se debe "al estado de shock en el que se encuentra la población a raíz de la DANA de Valencia", explica Gabriel Córdoba, presidenta de la Asociación de Restaurantes de Alicante que confía "en remontar en los próximos días cuando todo se vaya digiriendo". 

Comer o cenar fuera resulta mucho más cómodo aunque se espera que los precios suban "algo" respecto al año anterior. "Es normal que sean algo más caros porque productos como el marisco se encarece mucho esos días de Navidad y, además, la inflación, los precios de todo, no paran de crecer", añade Córdoba.

Sea como sea, lo cierto es que salir fuera a celebrar es mucho más cómodo y libera a más de uno de pasar horas y horas en la cocina.