Las pérdidas que cuantifica un chiringuito valenciano tras el vertido de El Saler: "Un destrozo"

Las imágenes que están dejando el vertido de hidrocarburos en las playas del sur de valencia son desoladoras. En plena campaña veraniega lo que tenía que ser una estampa llena de bañadores, toallas y sombrillas se ha convertido en trajes blancos, mascarillas y manchas negras a lo largo de los más de dos kilómetros de costas afectadas.

La buena noticia es que parece que el vertido no va a tener grandes consecuencias para el ecosistema gracias a la rápida actuación del gobierno valenciano.

Los chiringuitos de las playas valencianas también afectados por el vertido

El vertido contaminante en las playas de El Saler no solo afecta a la fauna, a la flora o a los bañistas, sino también a los hosteleros de la zona que veían como la costa frente a sus terrazas pasaba del color arena habitual al negro del vertido. Ante el asombro de personal y de clientes, las olas acercaban a la costa el temido 'chapapote'.

Pese a que se respira optimismo, a estas horas, las playas continúan cerradas al baño, con lo que estos restaurantes han visto más que afectada su facturación en plena temporada alta.

COPE Más Valencia se ha trasladado hasta la playa de El Saler, donde se encuentra uno de estos chiringuitos, el Mikkonos Beach Club, donde más de veinte personas trabajan día a día en la temporada estival. Allí, se encuentra Darío, su encargado, quien afirma que es un problema en cualquier época del año, pero es aún mayor para su negocio que suceda en plena campaña estival.

Darío estima que cada día que la playa está cerrada al público pierde unos “1.200 euros mínimo al día, solo de reservas, más lo que podría llegar, es un destrozo”. Un perjuicio económico que pronto de se hizo patente, ya que, nada más se conoció la noticia, los clientes comenzaron a llamar para cancelar sus reservas.

De su negocio dependen unos veintidós trabajadores y recalca que si no tienen ganancias, “ahora que es plena campaña, es muy complicado mantenerse luego el resto del año”, además del desgaste emocional,

La aparición repentina del vertido se avistó durante la hora de la comida y comenzó la evacuación de las playas. El empresario narra como “empezaron a llegar los helicópteros, la gente que había paseando por allí la evacuaron y retiraron a todo”.

El lado más solidario de los empresarios valencianos

Darío es consciente que, de momento, poco va a facturar con la playa cerrada, pero ha abierto las puertas de su restaurante "sobre todo para atender y ayudar un poco a los sanitarios, a los bomberos y a los que vengan. Darles de comer y ayudarles en lo que se pueda para agilizarlo todo y que termine cuanto antes".

Sobre qué le han dicho las autoridades sobre la apertura de la playa, el empresario reconoce en los micrófonos de COPE que todavía "no lo tienen claro, quieren terminar hoy, ver todo y analizar las aguas, pero es muy complicado porque claro, una vez mezclado, ya no saben qué puede ser, qué puede tener, cuánto puede durar. A saber cuánto tiempo pasará. “