53.000 euros por perder un testículo en Villanueva: “Se podría haber evitado”
Fuensanta Martínez, madre del joven indemnizado: "El dinero es lo de menos, esta situación se podría haber evitado con una simple ecografía"
Mérida - Publicado el - Actualizado
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Día de Nochebuena, son las diez y cuarto de la mañana y un menor de 14 años acude a urgencias del hospital Don Benito-Villanueva con dolor en su testículo izquierdo y vómitos. Varias horas después recibe el alta por «curación o mejoría», según el informe. Varios días después es atendido en el hospital universitario Severo Ochoa de Madrid, donde los servicios médicos proceden a extirpar el testículo en cuestión por «infarto testicular».
Esa es la historia de Manuel, un joven natural de Villanueva de la Serena y ahora afincado en Madrid cuando en 2019 acudió junto a su familia al centro hospitalario extremeño. Allí fue atendido por el personal facultativo del centro, que no estimó oportuno su intervención quirúrgica, motivo que llevó a que su familia presentara una demanda contra el Servicio Extremeño de Salud por mala praxis. Ahora, varios años después, un procedimiento administrativo ha acabado con resolución parcialmente estimatoria dictada por la propia administración pública determinando que el menor, que ya es mayor de edad, sea indemnizado con 53.000 euros.
En el apartado de alegaciones se reconoce el informe de la inspección que en la asistencia sanitaria prestada a Manuel Gómez existió mala praxis al no realizar una ecografía que hubiera permitido «evidenciar a tiempo la torsión testicular que el menor padecía». Del mismo modo, alegan que la demora asistencial en la ejecución de la intervención quirúrgica «causada por el error diagnóstico no pudo ser más clamorosa, sobre todo por tratarse de una torsión testicular», donde, tal y como indica el informe de la inspección, el tiempo es determinante para la supervivencia del tstículo. En dicho informe se recoge que «ante un dolor testicular agudo es imprescindible y prioritario descartar la existencia de una torsión testicular y debe hacerse sin demora porque no hay mucho tiempo, apenas de cuatro a ocho horas, para evitar un daño isquémico irreversible del testículo».
Además, según el criterio de la defensa, a cargo del abogado Carlos Sardinero, el informe cuestiona también el juicio clínico con el que se dio el alta al paciente ese mismo día, según el cual se establece que los síntomas eran «compatibles con varicocele», por considerar que ni los síntomas ni la exploración realizada se corresponden con dicha patología. Lo que valora más positivamente Martínez es que su hijo haya salido bien de ese trance, sobre todo a nivel mental. «Mi hijo ahora está bien, es un campeón. Al principio, con 14 años, no se lo quería ni contar a los amigos por lo que significaba, estaba en shock», alude, aunque agrega también que durante todo este proceso de varios años tanto ella como su familia «hemos mantenido la entereza, aunque vivimos momentos delicados por todo lo que mi hijo tuvo que sufrir en su momento».
Por eso, Fuensanta Martínez anima a que «no haya miedo a denunciar lo que se considere injusto. El dinero es algo secundario, pero estos actos se tiene que denunciar porque hay que eliminarlo», sentencia.