"El daño es irreparable": Los afectados por la polio reclaman visibilidad

En Extremadura, decenas de personas afectadas por el síndrome post-polio siguen luchando por el reconocimiento de los abusos que padecieron durante el franquismo y los primeros años de la democracia. La presidenta de la Asociación Afectados de Polio y Síndrome Post-Polio, Lola Corrales, ha reclamado que estos afectados sean incluidos en el cuerpo de la Ley de Memoria Democrática y no únicamente en una disposición adicional, señalando que esto es "una cuestión de justicia histórica."

"Tenemos personas que han vivido y siguen viviendo las consecuencias del síndrome post-polio y que enfrentaron tratamientos médicos experimentales, marginación laboral y exclusión social", explicó Corrales. La presidenta señala que la polio, que afectó a miles de niños en las décadas de los 50 y 60, dejó secuelas físicas que en muchos casos no han cesado, sino que han empeorado con el paso de los años, dejando a estos pacientes en condiciones de salud precarias y con un dolor físico y emocional que nunca se ha reconocido.

Para las personas que padecen este síndrome, la exclusión del colectivo en el texto principal de la Ley de Memoria Democrática representa una negación de sus experiencias. "El daño es irreparable", comenta Corrales, quien subraya que estos pacientes no buscan solo una disculpa simbólica. "Perdón se pide cuando pisas un pie", enfatizó, señalando que lo que buscan es justicia, reconocimiento y una reparación adecuada.

La Asociación Afectados de Polio y Síndrome Post-Polio, con 25 años de historia, ha llevado sus demandas a los tribunales en numerosas ocasiones, defendiendo los derechos vulnerados de sus miembros, y ahora, piden a las autoridades que enmienden la ley para incluir sus historias, al igual que se ha hecho con otros colectivos, como personas de la comunidad LGTBI y de etnia gitana. "Que el texto de la ley visibilice los abusos y maltratos a las personas con polio es también hacer justicia a quienes han vivido estas experiencias", concluyó Corrales, reiterando que la situación de estas personas no debe quedar en el olvido.