El etiquetado genérico de tabaco podría hundir la economía de Extremadura

Facilitaría la imitación de las cajetillas, lo que impulsaría el contrabando

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Fernando Vaquero, es director de la organización interprofesional del tabaco en España.

Miriam Bañón

Mérida - Publicado el

4 min lectura

La reciente propuesta para implementar el etiquetado genérico en los productos de tabaco en España ha encendido alarmas en Extremadura, una región cuyo tejido económico depende en gran medida del cultivo y la transformación del tabaco. La Mesa del Tabaco, que agrupa a productores, transformadores, estancos, transportistas y otros agentes clave de la industria, advierte que esta medida podría provocar una drástica caída del 23,1% en la contribución del sector al PIB de la región, equivalente a una pérdida de 24 millones de euros anuales. El impacto negativo se trasladaría a más de 2.100 empleos directos, especialmente en áreas rurales donde el tabaco es un motor económico crucial.

Una medida con efecto contrario al esperado

Según un estudio de la consultora AFI encargado por la Mesa del Tabaco, el etiquetado genérico, diseñado para reducir el atractivo del producto y desincentivar su consumo, ha mostrado efectos contraproducentes en países donde ya se aplica. Fernando Vaquero, director de la organización interprofesional del tabaco en España, ha señalado a COPE que, en lugar de reducir el consumo, el empaquetado homogéneo facilita la imitación de las cajetillas, lo que ha impulsado el contrabando en un 30% en lugares como Francia. "En estos países, el mercado ilícito ha crecido con fuerza, afectando a las economías locales y reduciendo la recaudación de impuestos," explicó Vaquero. “En Extremadura, esto podría desatar una crisis económica, ya que la producción de tabaco es una actividad esencial para las zonas rurales del norte de Cáceres, donde más de 3.000 familias dependen de esta industria.”

El sector tabacalero ha demostrado ser una pieza clave en la cohesión social y el desarrollo económico de Extremadura. Las cifras del informe indican que los municipios que se dedican al cultivo de tabaco presentan un ingreso familiar promedio 1.400 euros superior y una tasa de desempleo 5,7 puntos porcentuales inferior a localidades sin actividad tabacalera. La pérdida de este sector significaría un retroceso para la economía local, afectando a empresas auxiliares y a toda la cadena de suministro, desde proveedores hasta transportistas.

El auge del contrabando

Además del impacto en la economía local, la implementación del empaquetado genérico podría ser un aliciente para el contrabando de tabaco. Vaquero subraya que el mercado negro ofrece productos hasta un 80% más baratos, lo que perjudicaría a los pequeños estancos y negocios de venta autorizada en las zonas rurales. Este fenómeno, según afirma, se ve agravado por la facilidad de falsificación que trae consigo el empaquetado genérico. “Cuando todas las cajetillas son iguales, el comercio ilícito se dispara, y estos productos carecen de controles sanitarios y de seguridad, lo cual representa un riesgo adicional para la salud pública”, enfatiza Vaquero.

Para Vaquero, la clave para evitar el aumento del contrabando radica en fortalecer la supervisión y control de la venta de tabaco legal en puntos autorizados, como estancos, que ofrecen garantías de calidad y cumplen con todas las normativas de producción. “El tabaco ilegal entra mayormente por vía marítima, proveniente de África y Asia, y se distribuye en el mercado negro sin cumplir con los estándares de seguridad,” añade. Además de reducir los ingresos fiscales, el comercio ilícito afecta a la salud de los consumidores, quienes compran productos sin garantías.

A pesar de la recuperación en la producción en 2024, que alcanzó los 20 millones de kilogramos -un 65% más que el año anterior, cuando las malas condiciones climáticas mermaron la cosecha-, el sector se enfrenta a un futuro incierto. La industria tabacalera en Extremadura ha sido un atractivo para jóvenes agricultores, y actualmente, el 51% de los titulares de explotaciones tiene menos de 50 años, mientras que un 20% son menores de 40. Este relevo generacional ha permitido la sostenibilidad y modernización del sector, favoreciendo la fijación de población en zonas rurales, pero la implementación del empaquetado genérico podría truncar esta dinámica.

La Mesa del Tabaco ha dejado claro que el etiquetado genérico podría representar un golpe severo para Extremadura, tanto a nivel económico como social. Además de reducir la competitividad del producto español en el mercado, amenaza con erosionar la cohesión social y económica de los pueblos rurales que dependen del tabaco para su desarrollo. Para los agentes del sector, la solución pasa por mantener políticas que valoren y protejan el mercado legal, combatiendo así el contrabando y asegurando que la actividad tabacalera siga siendo un pilar del crecimiento en la región.

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