Así es el 'Nabo del Diablo', la planta que mató a un vecino de Bergondo (A Coruña)
Se trata de una especie muy común en las zonas húmedas de Galicia pero extremadamente tóxica
Coruña - Publicado el - Actualizado
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El tubérculo que consumió el vecino fallecido en Bergondo (A Coruña), Oenanthe Crocata, conocido como 'Nabo del Diablo', tiene compuestos similares a los de la cicuta y, de hecho, es una planta de aspecto muy similar. Su ingesta acabó con la vida de un vecino del lugar de Sampaio en diciembre de 2021. Tenía 37 años y era de origen colombiano.
Su cadáver fue hallado en su casa después de que los vecinos lo echasen en falta. El juzgado que investiga el fallecimiento dio a conocer este envenenamiento mortal al concello de Bergondo, que pide a los residentes en la zona y, por ende, a toda la población, que evite ingerir esta planta.
UNA ESPECIE MUY COMÚN
Todo indica que el hombre comió la raíz de la Oenanthe Crocata, una especie muy común y abundante en zonas húmedas de Galicia. “Está en todos lados”, indica el catedrático de Botánica de la Facultad de Ciencias de A Coruña, Javier Cremades. Es frecuente encontrarla en ”bordes de los ríos, prados o cunetas”.
Sus hojas son parecidas al perejil y la flor, blanca, en forma de paraguas. Pero el peligro está dentro. Toda la planta contiene una neurotoxina extremadamente venenosa y potencialmente mortal. Especialmente la raíz, que es lo que consumió el fallecido.
NABO DEL DIABLO
De hecho, uno de sus nombres populares, además de 'pé de boi', es 'Nabo del Diablo'. “El propio nombre mucho dice ya”, indica Cremades, quien cree que la ingesta pudo deberse a un error. “Como era colombiano, quizá pensó que era como la yuca”. La raíz del tubérculo es similar a la de esta especie popular en Sudamérica, aunque con un intenso color amarillo “que da la sensación de que no trae nada bueno”, señala.
Casos como este son muy esporádicos y raros porque “toda la gente del campo la conoce” y evita su consumo, pero la conclusión es clara y evidente: no todo lo que venga de la naturaleza es bueno. Por ello, el catedrático recomienda “que no nos comamos cualquier cosa que nos comamos por el campo sin saber lo que es o preguntar a un experto”.