El paso que te saltas al hacer sopa con el que conseguirás mucho más sabor: "El truco está..."

Ahora que arrecia el frío es tiempo de templar el cuerpo. La sopa es una de las recetas más socorridas y apetecibles en invierno cuando bajan las temperaturas. 

Marta Cerdido, una cocinera de su casa y autora del blog “Cocinando en Villa Elena”, asegura que la clave está en escoger buenos productos y en el caso de la sopa de pollo o de cocido “desgrasar bien” el caldo que también nos va a valer de fondo para otros muchos platos.

SOPA DE POLLO

Con unos simples huesos de ternera, o huesos de jamón, o un esqueleto o zancos de pollo se puede hacer una sopa estupenda, el truco está en “quitarle la grasa”, esto es lo que afirma Marta.

Y para eso podemos desgrasar también añadiendo alguna verdura como apio o puerro.

Además, cuando hacemos un cocido se puede cocer por un lado el lacón y la carne fresca, y por otra parte las carnes más grasas como la costilla o la panceta. La sopa puede adquirir así diferentes sabores y la vamos a utilizar para guardar en la nevera o congelar, siempre sin los fideos, para tenerla disponible en cualquier ocasión.

Otra posibilidad, que nos va a ahorrar tiempo, es la olla rápida, y si queremos que tenga otra textura distinta previamente podemos sofreír las carnes y las verduras en la misma olla. En quince o veinte minutos tendremos un caldo perfecto.

SOPA DE VERDURAS

En el caso de la sopa de verduras el secreto está en rehogarlas muy picaditas. Todos aquellos ingredientes ingredientes que escojamos para este caldo deben de estar hechos hasta el punto de que nos los podríamos comer sin añadir agua, un total de quince o veinte minutos.

“Tú rehogas esas verduras hasta que se aplasten, que queden como muy melosas, en ese momento le echas un caldo un poco sustancioso, nos va a valer uno de carne y si somos veganos simplemente añadiremos agua y salaremos”, asegura Marta Cerdido.

SOPA DE PESCADO

En la sopa de pescado lo único que tenemos que tener en cuenta es no pasarnos del tiempo de cocción porque sino empezará a sacar sabores raros, incluso amargos; con quince o veinte minutos, tendremos suficiente.

Aquí también es importante rehogar unas verduras con una cucharadita de aceite, añadiendo tomate o pimiento rojo porque esto le va a dar “un punto extra, más sabor y más color para nuestra sopa” nos asegura esta cocinera ferrolana.

Las cabezas de rape o las espinas de cualquier pescado sabroso también nos pueden valer para preparar los caldos de pescado.

Aquí hay que desespumar muy bien porque los pescados suelen tener muchas impurezas y este paso es fundamental.

Después añadiremos arroz o pasta y desmenuzaremos los pescados escogidos. Un extra sería añadirle gambas, mejillones o carabineros para aportarle más sabor.