OPERATIVOS

La Policía Local de Ferrol interpuso 50 denuncias en una semana por incumplimiento de la normativa sanitaria

Nueve personas de 17 a 18 años fueron identificadas el jueves de noche en un piso de la calle Velázquez en el que celebraban una fiesta

Foto de archivo del cuartel de la Policía Local de Ferrol

Redacción COPE Ferrol

Ferrol - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La Policía Local de Ferrol interpuso la semana pasada 50 denuncias por incumplimientos de la normativa sanitaria que busca evitar la propagación del coronavirus. De ellas, 18 fueron por no usar mascarilla, 15 debidas a reuniones de personas no convivintes, cicno por no respetar la distancia de seguridad mientras se fumaba y otras doce más por consumo de alcohol en la vía pública.

Una de las intervenciones, en la que participaron cuatro agentes, fue en la madrugada del jueves, 12 de agosto, en un piso de la calle Velázquez en el que se estaba celebrando una fiesta. Allí se identificó a nueve personas con edades entre los 17 y los 18 años. Alrededor de las tres menos cuarto de la madrugada, los policías realizaban un control de tráfico en la intersección de las calle Rochel con Españoleto, cuando oyeron gritos y música procedentes de la calle Velázquez.

Se acercaron caminando y comprobaron que el revuelo procedía de un tercer piso, ya que la vivienda tenía abierta una ventana y una joven fumaba en un balcón.

Los agentes la llamaron en repetidas ocasiones desde la calle, pero ella no se dio cuenta debido al volumen de la música, por lo que decidieron hacer uso del silbato. En ese momento, la mujer los oyó, al igual que dos varones que se asomaron a la ventana. Rápidamente, los ocupantes del piso apagaron las luces y la música.

SIN RESPUESTA A LAS LLAMADAS

Los funcionarios policiales subieron al piso y llamaron a la puerta, pero nadie abrió. Una vez que se hicieron con el número de teléfono de la propietaria del inmueble, establecieron comunicación. Se encontraba fuera de Ferrol, a una veintena de kilómetros, pero aseguró que llamaría a su hija para que abriera la puerta. Pasada media hora, abrió la que resultó ser la hija de la doña. Se encontraba en la compañía de dos amigas. Manifestaron

que estaban solas, pero los agentes les dijeron que sabían que había más gente en el interior de la casa, puesto que la habían visto desde la calle. En ese instante, la chica se acercó a un cuarto y se escucharon varias voces. Justo después salió un joven que se negó a identificarse en repetidas ocasiones, aunque al final pudo establecerse su filiación.

También se le formularon numerosas advertencias para que se colocara la máscarilla obligatoria.

Parte de la intervención policial se llevó a cabo mientras la propietaria hablaba por teléfono con su hija, con el manos libres de esta activado, por lo que los policías pudieron explicarle que estaban seguros de que en el interior había más personas que se negaban a salir e identificarse.

DESPLAZAMIENTO

Por ese motivo, la mujer decidió desplazarse a Ferrol. Durante el viaje, le repitió varias veces a la hija que tenía la obligación de identificar al resto de chicos que se encontraban en la vivienda.

Cuando ya había pasado una hora desde lo inicio de la actuación, salieron a la puerta dos varones y tres mujeres más. Fueron denunciados por compartir domicilio con personas no convivintes y desobediencias a las indicaciones de los agentes.

Pasadas las cuatro de la madrugada, llegó la propietaria, y justo a continuación todos los no residentes en el domicilio lo abandonaron. Dos de los chicos, portando bolsas con bebidas alcohólicas.

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