Un médico advierte sobre estas consecuencias del calor para tu salud: "¿Qué le pasa a tu cuerpo?"
¿Qué le sucede al cuerpo humano cuando enfrenta altas temperaturas?, y ¿qué medidas podemos tomar para prevenir el estrés térmico?
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En días como hoy, con temperaturas extremas por calor, los espacios naturales, junto con otros espacios públicos cerrados como centros jóvenes, sociales y cívicos, colegios, asociaciones vecinales y polideportivos, se convierten en refugios climáticos esenciales.
Estos lugares no solo ofrecen un respiro ante las altas temperaturas, sino que también son vitales para combatir el estrés térmico, un malestar que afecta al cuerpo humano debido a desajustes en la temperatura y que puede tener consecuencias graves.
El estrés térmico, provocado por el calor extremo, puede manifestarse a través de varios síntomas que actúan como señales de advertencia: dolor de cabeza, debilidad, fatiga, calambres musculares, náuseas y sudoración abundante.
Estos síntomas deben ser tomados en serio para evitar situaciones de riesgo. En personas vulnerables, como los ancianos, el estrés térmico puede llevar incluso a la confusión mental. Para profundizar en este problema y aprender cómo prevenirlo, hemos consultado al Dr. Alfonso Giménez Galán, médico de atención primaria, quien nos explica los efectos del calor en nuestro cuerpo y nos ofrece recomendaciones clave.
¿Qué le sucede al cuerpo humano cuando enfrenta altas temperaturas?
El Dr. Giménez explica que el cuerpo humano está diseñado para mantener una temperatura interna constante. Cuando hace mucho calor, nuestro sistema de regulación térmica se esfuerza más, lo que puede llevar a la deshidratación, el agotamiento y, en casos extremos, a un golpe de calor.
Es crucial reconocer los síntomas tempranos, como el dolor de cabeza y la fatiga, para evitar complicaciones mayores.
¿Qué medidas podemos tomar para prevenir el estrés térmico?
Según el Dr. Giménez, primero, es importante mantenerse bien hidratado, beber agua frecuentemente y evitar bebidas alcohólicas o con cafeína que pueden deshidratar. También, vestir ropa ligera y de colores claros, buscar sombra o espacios frescos y, si es posible, evitar la actividad física intensa durante las horas de mayor calor.
Además, utilizar refugios climáticos, como centros comunitarios y espacios naturales, puede ser una excelente manera de mantenerse fresco y seguro. Conclusión.
Enfrentar las altas temperaturas requiere tanto de precauciones individuales como del uso de espacios adecuados que nos ayuden a combatir el calor. Los refugios climáticos, naturales y comunitarios, son indispensables para proteger nuestra salud en días de extremo calor.
Debemos tener en cuenta que hay ciertos factores que influyen en el estrés térmico, entre los que destacan la edad avanzada, las personas de mayor edad son más propensas a sufrir complicaciones, suelen ser más vulnerables y tienen menor capacidad de mantener la hidratación.
La obesidad, el sobrepeso también afecta al estrés térmico, así como las deficiencias cardiovasculares y la baja condición física. Es necesario beber agua para hidratarse de manera continua. Tomar ciertos medicamentos o bebidas con alcohol también influye en el estrés térmico.