CONOCIENDO NAVARRA

Conociendo Navarra: la Fiesta del Rey de la Faba

Patxi Pérez nos acerca una de las tradiciones de Navarra: la Fiesta del Rey de la Faba

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Conociendo Navarra: El Rey de la Faba

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

El jueves pasado, ya hablamos de algunas de las costumbres de estas fechas en nuestra tierra, y entre ellas, hablaste de pasada, como también lo hiciste hace un año, de la Fiesta del Rey de la Faba.

Una fiesta singular, que ya la celebraban en el siglo XIII nuestros reyes y que desde hace 103 años se celebra y que tu conoces de primera mano porque eres parte de ella en la actualidad.

Patxi, nos retrotraemos a la corte de Navarra en la época de la dinastía de Champaña.

Correcto, nos vamos al siglo XIII, el rey Sancho VII el Fuerte muere sin heredero, y su sobrino Teobaldo I asciende al trono, los anteriores reyes de estas nuestras tierras, eran reyes más dedicados a las batallas, en cambio, este, se puede decir que era un rey poeta, preocupado de las artes, de los refinamientos…

Entre estos refinamientos trajo alguna de las costumbres desde el otro lado del Pirineo y hubo una especialmente curiosa; era una costumbre buena, impregnada de humanidad, era la del Rey de la Faba.

Un día al año, que solía ser siempre el 5 de enero, víspera de la Epifanía, los reyes de Navarra invitaban a una gran fiesta a los niños más pobres de la localidad en la que en ese momento estuviese la sede real. Ese día los niños comían a base de bien, como nunca lo habían hecho, ni tan siquiera soñado. Al finalizar la comida el cocinero real ponía sobre la mesa una gran tarta, a partir en tantos trozos como niños hubiese; era una tarta que en su interior ocultaba un haba. Hecha la partición cada niño cogía un trozo sabiendo que, como mínimo, iba a llenar bien su estómago. Finalmente, un niño acababa siendo el afortunado, en concreto aquél que mostraba el haba; era cuestión de suerte. Aquel niño era, a partir de ese momento, merecedor de todo tipo de honores y de caridades, siendo ataviado al día siguiente, 6 de enero, con los atributos de la realeza. Se trataba de una fiesta caritativa.

Los documentos que se conservan en el Archivo de Navarra nos dan buena cuenta de esta fiesta, la mayor parte de los años se celebro en Olite, pero tenemos datos de celebraciones en Estella, Puente la Reina, Tafalla, Sangüesa o Tudela, llegamos incluso a conocer la identidad de alguno de estos pequeños reyes como es el caso de Petrico Sanz en 1381 en Estella, que posteriormente entro de fraile.

Lo que tenemos claro es que el niño al que la suerte se le aparecía en forma de haba y a su familia se le solucionaba la vida por lo menos para una larga época, porque entre estos antiguos legajos podemos comprobar que se les daba trigo y otros frutos, dineros, se les pagaba estudios o una pensión vitalicia en algunos casos…

La fiesta se celebro en la corte navarra hasta que en 1512 Navarra es conquistada.

Y llega 1920, cuando una mente única y brillante decide celebrar una fiesta con la base de esta bonita tradición.

Así es, en 1920, Ignacio Baleztena, ese pamplones de alma y espíritu, pero leitzarra de nacimiento, tras conocer en sus conciezudos estudios del archivo de Navarraesta fiesta decide hacer algo similar.

Era 6 de enero y dentro de la organización de una fiesta infantil en el Circulo Carlista de Pamplona se celebro lo que podemos decir fue la primera Fiesta del Rey de la Faba.

Se unió una tradición como es la de elegir a un niño desfavorecido como Rey por un día con el momento y el ritual que seguían los reyes navarros en el momento de su coronación.

Nacía así, de la mano y de la cabeza de Ignacio Baleztena, la recuperación folclórica de una vieja tradición navarra, la de la elección y coronación del Rey de la Faba. Aquella ceremonia suponía, además, una mirada retrospectiva a la historia de Navarra era un reencuentro con nuestra identidad, con nuestro pasado, con nuestra realidad de reino independiente.

Hasta 1963 la fiesta fue íntima, realizada dentro de las paredes de los diferentes locales o sedes de los organizadores.

Pero fue ese año el que supuso un punto de inflexión, se decidió sacar la fiesta, haciendo un símil, se decidió romper las murallas, y es entonces cuando se decide que la edición de 1964 se va a celebrar en el Palacio de Olite, desde entonces la fiesta ha evolucionado, pero manteniendo su espíritu.

Dices que la fiesta ha evolucionado, pero ha mantenido su espíritu. Explícanos eso por favor.

En estos 103 años la fiesta mantiene vivo el espíritu y el origen de la fiesta, la niña o el niño es elegido de la misma manera, con la suerte del haba; el rito de coronación se mantiene, y es una fiel representación de la coronación de Carlos III el Noble en 1390 en su coronación. Si quieres conocer como se coronaba un rey de Navarra, tienes que acudir a ver la Fiesta del Rey de la Faba, porque se rige escrupulosamente a la crónica de aquella coronación.

A lo largo de los años ha evolucionado, en primer lugar, se celebra desde 1964 en una localidad diferente; el niño o la niña, es oriunda de la localidad, alumna de alguno de los colegios; ya no se celebra el 6 de enero; y ahora una parte de la fiesta se celebra en la calle durante todo el día. Además, se han añadido toda una serie de personajes que representan a los tres estados del reino para de este modo representar todos los momentos de los juramentos de los tres estados del reino, guerreros, se representan a Carlos III, Blanca de Navarra y el Ppe. de Viana, incluso en el año del centenario se incorporaron al desfile real personajes de la corte de Carlos III el Noble, como son el escribano real (que se ocupaba no solo de escribir, de redactar, sino que era el responsable de poner el sello del rey, lacrado, en cada una de las escrituras que emanaban del monarca); tenemos dos personajes judíos, y un musulmán, que fueron médicos y asesores personales de la corona, lo que demuestra la importancia que tenían estos en el viejo reino y lo importante que eran las aljamas, principalmente las de la Ribera.

Podemos decir que el pueblo que acoge la fiesta se traslada ese día a la corte de Navarra, merece la pena ir a ver y disfrutar de la fiesta.

Y este año, la fiesta se celebra en Puente la Reina, que esta celebrando el 900 aniversario de su fundación.

Volvemos a Puente la Reina, ya en 1976 y en 1996 se celebro en esta localidad la fiesta, pero el Ayuntamiento quiso cerrar las celebraciones de su 900 aniversario con esta fiesta.

El 21 de enero la niña Martina Elizalde Garriz será coronada reina de la faba en la Iglesia de Santiago en una celebración que comenzará a las 6 de la tarde y en la que podremos disfrutar de las voces de la coral puentesina Emilio Arrieta.

Pero desde la mañana, en concreto desde las 12,30 hay organizadas diversas actividades, saldrá el pregonero real para anunciar la fiesta e ira acompañado de los dantzaris y Fanfarre de Muthiko Alaiak, del grupo musical Danserie, los guerreros de la orden de la jarra que simulan luchas medievales y de los gigantes de Puente. Por la tarde, a las 5,30 y desde el puente románico comenzara el desfile de todo el cortejo real hasta la iglesia.

La verdad que es algo que merece la pena, y no creo que haya ninguna otra cosa mejor que hacer ese 21 de enero que acudir a Puente.

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