Romería de San Gregorio Ostiense y a la Virgen de Orreaga Roncesvalles

Aquí un jueves más de folclore, en este mes de mayo, mes de las flores, por eso hemos empezado escuchando esta preciosa jota “Tengo plantada una flor en los montes de Navrra” para seguir hablando de las mejores flores de nuestro folclore, tradiciones, costumbres y en este caso, de nuestras devociones más arraigadas en Navarra, porque vamos con un nuevo programa en el que seguimos hablando sobre las romerías. Ya en pasados programas explicamos el origen y la etimología de la palabra romería y aunque un poquito en general hablamos de algunas, nos centramos en San Miguel de Aralar y la Virgen de Ujué. Pero hoy, nos vamos a repartir por diversos puntos de la geografía navarra y además, le daremos un toque primaveral a este programa ya que sumidos en el mes de mayo, van aflorando festividades y costumbres que luce de los navarros, siempre, lo mejor.

Pues comenzamos hoy en este jueves, que no es un jueves cualquiera, sino que hoy es uno de esos tres jueves que hay en el año, que relucen más que el sol. Jueves santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión. Pues eso, hoy, día de la Ascensión, aunque se celebrará el próximo domingo, recordamos este precioso refrán.

Y siguiendo con el refranero navarro, sabiendo cuánto nos gusta cantar y estando en tiempo de recoger uno de los grandes tesoros de nuestra tierra, como son los espárragos, recordamos ese refrán que dice: “a cuenta de jotas y canciones, recogí las plantaciones” o “con pan aceite y vino, anda el romero su camino”. Uno que me hace mucha gracia es que “las noches de agosto, florecen en mayo” y es que siendo en agosto las fiestas de casi todos los pueblo, si sacamos la cuenta nueve meses. Y también otro refrán propio de este día dice: “andas más que la cabeza de San Gregorio” refiriéndose al relicario de la cabeza de San Gregorio Ostiense y cuya fiesta también es hoy 9 de mayo.

Y nombrando a este obispo que vino a Navarra desde Ostia, la ciudad del puerto de Roma , vamos con más romerías. Y empezamos con la romería a San Gregorio Ostiense en Sorlada donde se encuentra ese precioso santuario barroco que la verdad allí en medio del monte, impone al romero y sorprende al turista que no espera encontrarse allí aquello. Es una visita que recomiendo de verdad a quien no lo conozca pues a veces nos vamos lejos a ver cosas y tenemos en casa maravillas.

Pues allí en el santuario de Sorlada, se encuentra el cuerpo de este obispo santo, que murió en Logroño en el año 1044. Vino a Navarra enviado por el papa, para bendecir los campos y ayudar con sus milagros a paliar unas plagas terribles de langosta que estaban sucediendo en aquel momento. El santo fallece en Logroño, pero aquí pues reclamábamos su cuerpo. Se cargó a lomos de un burro para trasladarlo con la suerte de que el pobre animal, murió sobre el alto de Piñalva, donde se encuentra la localidad de Sorlada y donde se levantó este santuario en su honor. En él se guardan sus restos en un arca recia, cubierta de plata y en especial cariño, se venera la reliquia de su cabeza. Se trata de un relicario de plata por el que con un sistema de embudo, se pasa en las romerías por su interior, el agua bendecida para recogerla y bendecir con ella los campos para su protección.

Este relato legendario fue creciendo y la propagación entre los feligreses de las virtudes milagrosas de las reliquias de San Gregorio, en concreto de su cabeza, traspasó las tierras cercanas, del Valle de la Berrueza, para extenderse por el resto de Navarra, Álava, La Rioja y el resto de España que enviaban a vecinos a recoger agua que les protegiera de los terribles efectos de las plagas que azotaban sus campo.

Hasta el santuario se acercan en romería vecinos de los pueblos de la Berreuza, Valdegea y el Valle de Yerri. Pero sin duda la más numerosa es la de Los Arcos, donde casi todo el pueblo es cofrade. Y curiosa la romería que viene de Logroño con sus trajes típicos y capas, ya que la jota más conocida de Logroño, recuerda la ermita que tiene el santo en la calle ruavieja de la capital riojana.

En muchas localidades de Navarra hay ermitas dedicadas a San Gregorio Ostiense, las cuales se visitan en romería alrededor del 9 de mayo y hasta las cuales, se lleva la cabeza del santo para hacer el ritual sagrado del agua y bendecir los campos. Es por eso que el refrán dice: “Andas más que la cabeza de San Gregorio”. Porque la igual que San Miguel de Aralar se recorre media Navarra, San Gregorio traspasa fronteras y el año pasado y hasta santo domingo de la calzada porque está en la portada de la catedral y al celebrarse el milenario de la ciudad, se llevó para el gran acontecimiento.

A Tafalla vino el domingo pasado, que tuvimos la romería a su ermita y ese día es tradición que el ayuntamiento reparte arroz con leche y se repartieron 80 litros de arroz con leche que creo gustó a todo el mundo, porque no sobró nada.

Y bueno, seguimos con el calendario festivo tradicional y el próximo miércoles celebramos San Isidro Labrador, patrón de los labradores y agricultores.

En muchos pueblos saldrán los auroros anunciando el día, habrá procesiones, bendición de campos, misa grande, vermús, comidas y meriendas de amigos. Por ejemplo en Funes, que es el patrón, en Barasoain que es fiesta local, Berbinzana, Larraga, Puente La Reina, Tafalla y muchos más.

Pues para cerrar el capítulo San Isidro, quisiera recordar que el año pasado se celebró el IV centenario de la canonización del santo y por ese motivo, los Auroros de Tafalla tuvimos el privilegio de salir a cantar la Aurora de San Isidro por Madrid, a cuyo patronazgo se acoge. Fue algo histórico, imagínate la gente que nos oía lo entusiasmada que se quedaba y finalizamos cantando un concierto de Auroras, todas de Navarra dedicadas a San Isidro en su colegiata donde vimos el féretro que guarda su cuerpo incorrupto y le dejamos al santo un pañuelico de navarra para que cuide a todos nuestros labradores.

La Reina del Pirineo, la Virgen de Roncesvalles-Orreaga

Pues celebrando a San Isidro, con jotas, canciones, buenas viandas y buen vino de las cooperativas y bodegas navarras, seguimos con el programa de hoy y nos ponemos un poquito más serios, para ir hasta el norte de Navarra donde otra de nuestras más ancestrales y características romerías, llega a los pies de la “Reina del Pirinero”. La Virgen de Roncesvalles, Virgen de Orreaga

"Se me pone la piel de gallina al escuchar este canto del Orriako Ama". Madre de Roncesvalles, que le dedican los peregrinos que acuden hasta ella, la Señora de Orreaga y cuya cofradía, es la que mayor número de cofrades tiene de toda Navarra, cerca de 4.000, que se dice pronto.

La imagen de la Virgen, es una talla de 90 cm de altura está elaborada con madera tallada y policromada, recubierta con chapa de plata en su color y también con plata dorada, filigrana de plata, piedras preciosas y semipreciosas, y vidrio coloreado. De estilo gótico y autor desconocido, sabemos que pertenece a la escuela francesa y ha sido realizada en Toulouse, pues lo pone en la parte trasera del trono aunque un poco borroso. Fue coronada canónicamente en 1960.

Santa María la Real de Roncesvalles, es venerada por numerosas localidades. Valles, pueblos y parroquias acuden en diversas romerías cada primavera, hasta su legendaria sede para rendirle un sentido homenaje.

Los romeros de los valles de Aezkoa, Arce y Erro, las localidades de Valcarlos, Espinal y Burguete y las parroquias de Aoiz y de San José de la Chantrea de Pamplona forman parte del paisaje durante los meses de mayo y junio.

La del valle de Arce destaca por venir realizándose desde el siglo XVI y la del valle de Aezkoa por ser la más vistosa y colorista por acudir sobretodo los alcaldes, con los trajes típicos del lugar que son antiquísimos y preciosos de los pies a la cabeza. Tuve oportunidad de ver los trajes del valle en una exposición que se organió hace unos años en Abaurrea Alta y a verdad que son un tesoro y con qué mimo los guardan. "¡Felicidades de verdad!"

Pues en la romería, vemos como estos trajes tradicionales del valle, se mezclan con las oscuras túnicas de los cruceros entunicados y los velos negros de las penitentes descalzas.

Todos desfilan con sigilo y rezando en una hermosa procesión. Los entunicados van en dos filas y que llevan el rostro cubierto con un capillo, llevan una cruz sobre su espalda y la portan de una forma muy característica, ya que llevan los dos brazos levantados sobre sus cabezas, sujetando los brazos de la cruz en lo alto, como queriendo que toque el mismo cielo y dejando reposar la parte de abajo sobre sus espaldas. Una escena bucólica e impregnada de sentimiento que sin duda sobrecoge. Entre las dos filas, procesionan las cruces parroquiales en fila, las banderas y las penitentes que van descalzas cubiertas con un velo. Cierran las procesiones el pueblo fiel que acude junto a sus familias a pedir, dar gracias o simplemente a hacer su visita devota a la Virgen de Roncesvalles.

La Virgen de Roncesvalles se celebra el 8 de septiembre, fecha en la que se conmemora la Natividad de María. Sin embargo, la mayor parte de los pueblos y valles de los alrededores acuden en romería en primavera.

Comienza el 1 de mayo el Valle de Aezkoa y en sucesivos domingos, acudirán la Parroquia de San José de la Chantrea de Pamplona, Valcarlos, el Valle de Arce y Oroz Betelu, Valle de Erro, Espinal, Burguete, Aoiz y varios pueblos de la Baja Navarra, que van el miércoles anterior al 8 de septiembre. Además de devoción, las visitas a la Virgen constituyen también una gran fiesta popular que se desarrolla en las campas y en las arboledas que rodean la Colegiata.

La romería del Valle de Arce, que se realiza de forma conjunta con la de Oroz-Betelu, es, por otra parte, la más constante de las romerías a Roncesvalles a lo largo de la historia. Se conoce su existencia desde el siglo XVI, aunque debía de celebrarse incluso con anterioridad. Los romeros parten de dos puntos: de Oroz-Betelu a las seis de la mañana y de Arrieta a las siete. En la primera marchan los romeros de Azparren, Olaldea, Gorraiz y Artozqui, mientras que los de Lusarreta, Saragüeta, Urdíroz, Úriz, Muniáin, Arrieta, Villanueva, Imizcoz, Espoz y Lacabe van en la segunda.

Ambas llegan al cruce de carreteras y cada pueblo marcha entonando sus cánticos tradicionales y su propio rosario. Las cruces parroquiales cierran la marcha, precediendo al respectivo alcalde, que sostiene la vara de mando y viste el traje tradicional del lugar. Cuando se avista la Colegiata y termina el rosario, cada parroquia canta sus letanías y una vez más, el «ora pro nobis» es el grito repetido durante siglos en el mismo sitio.

Y aquí, en esta tierra mariana y primera parada del camino de Santiago en Navarra y Europa, terminamos el programa de hoy, con aroma a flores, a campo, a fiesta, a devoción, a tradición y a esencia Navarra, que es una de las tierras más ricas en historia y como estamos viendo a lo largo de estos programas, de folclore, porque todo ello, nos da identidad, solera, riqueza, carácter, honra a nuestros antepasados y nos diferencia. Así que ojalá nunca olvidemos nuestras cosas, porque son nuestras y como dice la canción, "Navarra, siempre p´alante".

Texto del musicólogo Alberto Magán Ciérvide