Una pretemporada con la puerta de salida abierta

Tras el sobresalto experimentado ayer por los seis positivos detectados en la plantilla y después de tres semanas de vacaciones, los futbolistas del Athletic han iniciado esta tarde el trabajo de pretemporada en Lezama. Ha sido un primer entrenamiento condicionado por esos resultados de los test PCR y serológicos realizados el pasado martes. Los positivos en la COVID-19 de Williams, Núñez, Córdoba, Sancet, Unai López y Larrazabal han obligado a que la primera sesión se haya realizado de manera individualizada, tal y como establece el protocolo de la LFP. El primer entrenamiento grupal podría tener lugar el sábado, siempre y cuando los test PCR de mañana confirmen que los 25 futbolistas restantes siguen siendo “negativos”.

Un comienzo accidentado para una pretemporada que ya tenía la etiqueta de atípica. Una fase de preparación más corta de lo habitual y que, en esta ocasión, no incluirá ninguna concentración lejos del cuartel general rojiblanco. Además, la mayoría de partidos de preparación se disputarán ante rivales y en escenarios geográficamente cercanos. Es el caso de los dos bolos ya confirmados por el club vizcaíno. El Athletic tiene previsto visitar a la UD Logroñés el sábado 29 de agosto (20h, Las Gaunas) También ha concertado para el 2 de septiembre (11h) un choque amistoso ante el Deportivo Alavés, en Lezama. Y es que visto lo visto, en la actual situación sanitaria, cuantos menos riesgos y aventuras se emprendan, mejor.

Primera criba

Pero si para algo debe servir este periodo de preparación es para aligerar la amplia nómina de jugadores con los que actualmente cuenta Gaizka Garitano. Tras el adiós de Aduriz, San Jose, Beñat y Ganea, que el martes rescindió su contrato, el entrenador de Derio dispone todavía de 31 futbolistas. Una cifra sensiblemente superior a la que él considera ideal y con la que ya tuvo que lidiar el pasado ejercicio. A los veinticuatro nombres que continúan en la nómina del primer equipo hay que sumar el regreso de tres cedidos (Nolaskoain, Iñigo Vicente y Andoni López) y los cuatro cachorros que suben del filial (Areso, Vencedor, Zarraga y Morcillo). Vivian, después de ampliar su contrato hasta 2023, jugará como cedido en el Mirandés

Se supone que la mayor criba se puede producir precisamente entre el grupo de jugadores que ya han pasado por la experiencia de una cesión y los que promocionan desde el Bilbao Athletic. Entre los primeros, Andoni López tiene complicada su continuidad por la competencia que suponen Yuri y Balenziaga. Más aún teniendo en cuenta que se incorporará tarde a la pretemporada rojiblanca dado que su actual equipo, el Elche, se encuentra en plena lucha por ascender a Primera. Una tercera cesión podría ser la alternativa. Tanto él como Balenziaga finalizan su contrato el 30 de junio de 2021.

Cesiones y rescisiones

En cuanto a los meritorios, Unai Vencedor es quien tiene más opciones de convencer a Garitano. El centrocampista vizcaíno ya debutó la pasada temporada con el primer equipo. Todo apunta a que el resto -Areso, Zarraga y Morcillo- seguirán fogueándose en el Bilbao Athletic, salvo que desde Ibaigane se les encuentre un destino adecuado en la división de plata. La Ponferradina de Bolo y el Oviedo de Ziganda siguen muy atentos a los movimientos que se puedan producir en Lezama. La incertidumbre que se ciñe sobre el fútbol “no profesional”, en el que se incluye el Bilbao Athletic, puede tener incidencia en las decisiones que se vayan adoptando.

Si repasamos las estadísticas de la pasada temporada cabría suponer que la Dirección Deportiva, con Rafa Alkorta a la cabeza, trabaja ya para encontrar una salida también a los hombres que menos contaron para Garitano. Ese sería el caso de Larrazabal, Kodro o Guruzeta. Un lote en el que incluso podría entrar Ibai. Un jugador con experiencia en la máxima categoría pero que casi no ha gozado de oportunidades en los últimos meses.

A tenor de este panorama, el tema de incorporaciones queda para más adelante. Para mucho más adelante…