"No terminas de entender por qué matan a alguien que se dedica a salvar vidas"

Antonio Muñoz Cariñanos era médico. Era un gran experto en la cirugía cancerológica de cuello. Se especializó en problemas de garganta y por su consulta pasaron algunas de las voces más reconocidas de la música española: Rocío Jurado, María del Monte, Chiquetete, Camarón de la Isla, Isabel Pantoja...

Pero Muñoz Cariñanos también era coronel del ejército del aire y esto le costó la vida.

El día 16 de octubre de 2000, dos miembros del “Comando Andalucía”, de la banda terrorista ETA, después de concertar una cita en su consulta médica, accedieron a ella a cara descubierta y le dispararon varios tiros a bocajarro, uno de ellos en la cabeza. El doctor Cariñanos moría en el acto.

Las personas presentes en la clínica, algunos de ellos pacientes que esperaban su turno, fueron los que rápidamente avisaron a la policía. Gracias a la colaboración ciudadana, solo diez minutos después del crimen, fueron identificados y detenidos por la policía.

Muñoz Cariñanos estaba casado y tenía 4 hijos. El pequeño, Antonio, no recuerda vivir con sensación de miedo a su padre, pero con el paso de los años ha sabido que su padre estaba pendiente de marcharse a Canarias para alejarse del peligro.

Un peligro real que le obligaba a llevar siempre el revolver con él o a viajar en un “coche muy feo y antiguo” que tenía un blindaje de nivel 3.

Cuando asesinaron al doctor su hijo Antonio tenía 10 años y celebraba el cumpleaños de un amigo del colegio. “Al llegar a casa y ver a mi madre en la calle esperándome con una monjita amiga de la familia, me di cuenta de que pasaba algo” recuerda Antonio.

“Desde entonces celebrar el cumpleaños de mi amigo se ha convertido en algo muy especial”

Tras el atentado, Antonio reconoce que la primera semana fue muy dura, que hay momentos en los que piensas que tu padre va a volver a ir a buscarte al colegio. “Pero eso no ocurre. No entiendes por qué matan a alguien que se dedica a salvar vidas”.

El día que ETA asesinó a Muñoz Cariñanos algunos de sus clientes se reunieron en su casa para dar el pésame a la familia. Allí estuvieron por ejemplo Isabel Pantoja o María José Santiago.

Todavía hoy Antonio hijo recibe, cuando pasea por Sevilla, muchos alagos hacia su padre “y esto es algo que me llena de orgullo”.

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