Cristina L. Schlichting: "¿De verdad Cataluña tiene que tener por jefe a un salvaje belicista?"
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Muy buenos días! Ya estamos en nuestros puestos de salida….
Los consejos de ministros son la forma en que un país se gobierna. Se juntan los representantes de las carteras y acuerdan con el presidente la dirección del Ejecutivo. Luego salen uno o dos ministros y se lo cuentan a la gente a través de la prensa. Pero la ministra de Educación, Isabel Celaa, aprovechó la rueda de prensa de ayer para hacer política de partido: Dio el espaldarazo a Susana Díaz y aconsejó a las formaciones lo que debían hacer.
Es alucinante ¿Cómo pueden decir que ha de gobernar el partido más votado si Pedro Sánchez tiene 84 escaños, nunca ha ganado unas elecciones y gobierna con el apoyo de Podemos y los independentistas? Yo es que no doy crédito. ¿Es que piensan que el votante es tonto?
Que a nadie le quepa la menor duda de que meterse con el partido Vox el viernes fue estudiado y previamente deliberado. De nuevo, el PSOE actúa esperando -no sé si por consejo de Iván Redondo- que Vox haga de cuña para partir a la derecha y por lo tanto para cohesionar a la izquierda e incrementar su ventaja. Pero teniendo en cuenta el resultado que le ha dado a Susana Díaz la cosa, que a fuerza de arremeter contra la nueva formación conservadora le ha puesto un piso de 12 escaños en Andalucía, debían callarse un poquito.
A la ministra Celaa cabría decirle lo que le ha contestado Santiago Segura a Pablo Echenique, el de Podemos, que comparó a Santiago Abascal con Torrente en un tuit: “Torrente da risa … (escribió) hasta que te lo imaginas en un parlamento o en un gobierno… y entonces da miedo…” Y ha contestado Santiago Segura: “A ver, un Torrente en un parlamento o en un gobierno, da, efectivamente, miedo. No aceptar los resultados de unas elecciones democráticas por mucho que nos contraríe el resultado, tampoco es algo que me tranquilice”.
En efecto, esa es la cuestión, querido Pablo Echenique. Te gustarán o no las ideas de Vox, pero respeta los mecanismos constitucionales. Vosotros apoyáis a los que han dado en Cataluña un golpe civil, saltándose las regulaciones legales de referéndum, convocando a las gentes para cometer un delito y provocando confrontaciones y heridos. Vosotros consideráis a Otegi un hombre de paz. Vosotros sois amigos de Bildu. Y eso sin mencionar que vuestro líder, Pablo Iglesias, me reconoció a mí personalmente que la Unión Soviética le parecía muy bien. En lo tocante a democracia, Pablo Echenique, dais miedo con vuestros métodos asamblearios bolivarianos, vuestra democracia directa, vuestros referenda de barrio y chichinabo. Vuestra alusiones al control de la prensa libre y vuestra intención de poner los mecanismos culturales al servicio del partido.
Para ejemplo de democracia, el tuit de vuestro amigo Quim Torra, que ha escrito para celebrar la fiesta constitucional: “La Constitución jamás será reformada, ni por vía federal ni confederal. La única manera de que Cataluña avance es seguir la vía eslovena: la libertad”. Tócate las narices. La vía eslovena. O sea, declaración unilateral de independencia y guerra. Con más de la mitad de los catalanes en contra. A la guerra. ¿De verdad que tenemos que sufrir esto? ¿Que Cataluña tiene que tener por jefe a un salvaje belicista?
En fin, los que más sufren esto son los pobres catalanes, entre otros los mossos, que hicieron frente el jueves a los radicales de los CDR, que arrasaban las calles intentando reventar varios actos de Vox. En Tarrasa por ejemplo, quemaron contenedores y empujaron uno de ellos llevándose por delante a una anciana, a la que arrastraron varios metros. Ha habido heridos entre los manifestantes y los mossos y el mobiliario urbano ha quedado destrozado ¿Y qué ha hecho Torra? Poner el grito en el cielo. Ha exigido exigido a su conseller de Interior, Miquel Buch, que haga una purga en el cuerpo porque considera desproporcionadas las acciones, no de los macarras, no, ¡de los mossos! Buch, como todos los pelotas a sueldo, se ha apresurado a declrar en Catalunya Radio: “Algunas de las actuaciones de ayer no siguieron el protocolo, no me temblará el pulso para echar a los agentes de la unidad antidisturbios”.
¿Alguien se da cuenta de que ya estamos a tortazos en las calles? ¿De que hay poderes que legitiman la violencia? ¿Qué ya el otro, el que piensa diferente, no es un bien, como en la transición, sino un enemigo?