El almirante Garat revela qué será lo más difícil del día a día de Leonor a bordo del Juan Sebastián de Elcano: "Cuesta arriba"

La princesa Leonor se embarca este miércoles en Cádiz en el Juan Sebastián de Elcano, el buque escuela de la Armada donde completará su formación naval junto a otros 75 guardamarinas, y en el que viajará por el continente americano.

Para descubrir los secretos de esta embarcación, en 'Herrera en COPE' hemos hablado con el almirante en la reserva de la armada, Juan Rodríguez Garat.

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En primer lugar, ha explicado la importancia de este barco: "Es un buque escuela, no un buque de combate, pero en él se forman todas las generaciones de oficiales de la Armada desde hace casi 100 años.

Y eso, al final, en las Fuerzas Armadas, donde lo que importa son fundamentalmente las personas, contribuir a la formación de estos oficiales le hace jugar un papel extremadamente importante dentro de las propias Fuerzas Armadas, aparte del papel como embajada flotante, que siempre se ha destacado de él".

La rutina de leonor en alta mar

El almirante Garat ha explicado cómo será la rutina de Leonor a bordo del buque de la armada: ""Hay que compaginar dos aspectos de la formación. Uno es la marinera, que se produce sencillamente por el contacto con la mar. 

A lo largo de estos seis meses de navegación, los guardamarinas y la princesa también se encontrarán con días en los que la mar llegue a asustar, porque siempre ocurre, los elementos en la alta mar a veces se ponen difíciles, incluso por un barco de las dimensiones de Juan Sebastián de Elcano. Hay que aprender a entender la mar, aprender a no llevarle la contraria cuando no se puede, y esa es una de las funciones de estos seis meses de viaje.

Luego hay también otro componente militar y humano, la convivencia cerrada con otros 75 guardamarinas en un espacio cerrado sometidos a disciplina, también es lejos de sus hogares, y un espacio que tienen que compartir entre todos también es importante. 

Y un último factor es el académico, es un curso más dentro de la carrera, y están sometidos a las horas de estudio que son necesarias para superar las asignaturas de la profesión. 

Lo más complicado a bordo del juan sebastián de elcano

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Además, el experto ha apuntado qué será lo más difícil de estos meses fuera de casa: "Yo creo que lo que se le va a hacer más cuesta arriba a todos los guardamarinas es aprender a convivir. La mar a veces, insisto, da sustos, pero son ocasionales. Hay otros días en los que uno se pregunta cómo puede ser que le paguen por ejercer la profesión de marino si uno lo podría hacer tranquilamente por placer. 

Pero lo que sí que es verdad es que a lo largo de seis meses de navegación los roces entre las personas son inevitables, aparece esa sensación de agobio y cada uno de los 76 guardamarinas a bordo, cada uno de los marineros también, incluso de los oficiales, tiene que aprender a vivir con esa sensación, a superarla y a poner todo de su parte por el bien común".

por qué el destino es américa

En cuanto al destino del barco, terminará su travesría en América: "Es tradicional cruzar el Atlántico, prácticamente en todos sus viajes de Juan Sebastián del Cano el buque cruza el Atlántico y, por lo tanto, visita puertos americanos. 

El barco ha dado como ocho o diez veces la vuelta al mundo, pero en general el destino más frecuente es América y luego a la vuelta algún puerto europeo que también suele tocar. En este caso es un crucero bastante normal, dará la vuelta a Sudamérica por el Estrecho de Magallanes y volverá por el Canal de Panamá antes de entrar en Nueva York. 

Es un viaje, dentro de lo que es la historia del barco, de seis meses relativamente corto. Cuando fui yo en el año 77 eran nueve meses, pero es un tiempo suficiente para que se cumplan todos los objetivos académicos y de formación del crucero". 

Qué hacen en el barco antes de partir

Por último, Garat ha explicado por qué Leonor embarca hoy, pero el viaje no comienza hasta el sábado: "Estos días se prepara el barco, se realizan actividades académicas a lo largo de todo el crucero y los alumnos también tendrán la posibilidad de salir a tierra a Cádiz, a conocer la ciudad y a pasar un buen rato con sus compañeros, que también forma parte de la formación militar".

"Es una experiencia de las que que quedan marcadas para siempre, no solo en cada uno de los guardiamarinas que embarquen, sino dentro de la propia institución que se renueva ese contacto permanente con la mar, que es imprescindible para ejercer la profesión de marino", ha concluido.