Luis del Val: "Asisten más ministros a la presentación de un libro que al pleno donde se dirime la amnistía"
El profesor analiza la campaña del Gobierno para respaldar la amnistía, poniendo el foco en la manera de "justificar lo injustificable"
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Comparto contigo la tristeza y el adiós definitivo a Lorenzo Díaz, el sociólogo humanista, el hedonista culto que disfrutaba de la vida y nos invitaba a disfrutar. Su inteligencia se disparaba en una ironía, y me hubiera gustado una frase suya sobre esta etapa tan oscura que estamos atravesando. Ayer, contemplando y escuchando lo que queda de Patxi López, me acordé de lo del sapo crudo, pero se le ve acostumbrado, porque no mostró signo de arcadas en ningún momento.
Y, luego, atardecido, me di cuenta de la campaña para justificar lo injustificable: la amnistía es buena y necesaria, pero la derecha no quiere. Vamos a ver, Felipe González no es del PP; Fernando Savater no es de derechas; Joaquín Leguina no es fascista, ni Redondo Terreros tampoco, ni Alfonso Guerra, ni cientos de socialdemócratas, de escritores, artistas e intelectuales, aquello de “los abajo firmantes” que, en tiempos en que el PSOE no se había rebajado a parecerse al de 1936, aparecían para reivindicar la libertad y la igualdad.
Hoy están frente al PSOE, mientras éste neutraliza su soledad en compañía de comunistas y secesionistas que no quieren ser españoles y se entrenan con el totalitarismo, a base de extorsionar a los catalanes que no desean ni amnistía ni referéndum. Los argumentos de Patxi López podrían haberse empleado exactamente igual para pedir la amnistía a los criminales de delitos machistas. También ahí tenemos un conflicto. A pesar de las leyes, aumentan los delitos. Demos una amnistía a todos los abusadores sexuales y asesinos para mirar el futuro con esperanza. ¡Hala! Amnistía para los criminales.
Oiga ¿y si dicen que volverán a violar y a matar? No pasa nada, no hay que inquietarse, también los futuros beneficiarios de la inconstitucional Amnistía para los delincuentes del intento de golpe de Estado dicen que lo volverán a hacer, pero nada, qué van a seguir violando, nada, nada, amnistía como si fuera el bálsamo de Fierabrás que todo lo cura. Y un detalle: asisten más ministros a la presentación de un libro de Pedro I, El Mentiroso, que al pleno de de las Cortes donde se va a dirimir una de las leyes que mayor reprobación despierta en la sociedad. Es el certificado del rebaño de melifluos, pelotilleros, tiralevitas y cobistas rastreros, que componen el Gobierno.