Del Val: "Prefiero creer que la denigración grosera de Puente a SOS Desaparecidos se basa en la ignorancia"
Habla el profesor de las acusaciones del ministro Óscar Puente a SOS Desaparecidos
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A lo largo de mi vida he conocido a muchos chulos: el chulo de la calle, el chulo del baile, el chulo del bar, el chulo de la empresa… Pero nunca había conocido al chulo del Consejo de Ministros, y España -a la cola en tantos asuntos- se coloca como pionera al tener a uno, que cree que el sentido del humor puede basarse en emplear una desgracia para denigrar a los rivales.
Emplear la conocida imagen de SOS Desaparecidos para desprestigiar a una rival política es una grosería que ha provocado la protesta de esta asociación, sin ánimo de lucro, creada hace menos de 15 años, y que intenta ayudar a quienes, de repente, un mal día, se encuentran ante la desazón de que un hijo, una madre, un hermano, un esposo, desaparece sin dejar rastro.
Y, una vez comprobada la impotencia de los cuerpos policiales, y su falta de medios, intenta mantener la alerta para lograr saber si esa persona vive, dónde lo hace, o si se puede conocer si todavía existe. Cada año desaparecen en España más de 15.000 personas. Y más de la mitad son menores de edad. Y hay más de 15.000 familias aturdidas, doloridas y desesperadas, porque no saben si está, vivo o muerto, esa adolescente, ese niño, ese padre que parece que se ha tragado la tierra o se ha evaporado en la atmósfera.
Y pasan los primeros días angustiosos, los atroces meses siguientes, y hasta los años en los que la desesperanza se mezcla con una honda y desgarradora pena que nunca desaparecerá. Ojalá el chulo del Consejo de Ministros no tenga nunca que pasar por esa tortura emocional, que nunca se cura hasta que llega la fatal noticia de que se ha encontrado el cuerpo del desaparecido, casi preferible a ignorar para siempre cuál habrá sido su destino.
Prefiero creer que la causa de esta denigración grosera se basa en la ignorancia de nuestro chulo protagonista, pero conviene reseñarlo, no sea que su especial sentido del humor le incline a emplear la imagen de convertir a un rival político en un invidente, vendiendo el cupón, para señalar que el rival político no ve nada, porque hay un ejecutivo, llamado Eusebio Azorín, que pondría a ONCE en pie de guerra, y sacudiría a amplias capas de esta sociedad, que no siempre está adormecida, ni aguanta chulerías e impertinencias. Y un abrazo solidario a esos miles de familia que, a su desazón, deben añadir torpezas de chulo.