Las sugerencias de Luis del Val a Sánchez donde aplicar la Ley de Paridad: desde barcos de pesca a guarderías
Habla el profesor del feminismo y esta Ley de Paridad con la que está haciendo campaña el presidente del Gobierno
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la Ley de Paridad de Pedro Sánchez:
Esto del feminismo tiene sus cosas buenas y, otras, que me preocupan. Por ejemplo, lo de la cuota de mitad y mitad, que ayer anunció con tanto orgullo Pedro I, El Mentiroso, me llena de esperanzas, porque es una injusticia evidente, por ejemplo, que en las guerras mueran tantos hombres y tan poquísimas mujeres. En los barcos de pesca resulta escandalosa la discriminación que hay contra la mujer, y espero que la nueva ley de Paridad obligue a que sólo el cincuenta por ciento de los hombres formen parte de la tripulación, y el otro cincuenta por ciento sean mujeres. Incluso tengo pensado escribir un relato, donde el marido de la pescadora aguarda en el puerto, con inmenso dolor, el regreso del barco que dicen que ha naufragado, y donde pescaba su esposa. Asimismo, aguardo la revolución que impondrá este gobierno feminista en el gremio de la construcción, donde injustamente, hasta ahora, no hay mujeres en los andamios, pero queda poco puesto que, con Pedro I, El Mentiroso, la mitad de los albañiles serán mujeres. Bueno, para compensar, espero que por ley se obligue a las escuelas de párvulos y guarderías infantiles a que el 50% de los puestos del profesorado sean para los hombres. Y por la misma razón, a las numerosas minas de potasa, de zinc, de cobre y de carbón que hay en España, podrán bajar a las galerías subterráneas cientos de mujeres que, hasta ahora, estaban indebidamente discriminadas.
Sin embargo, hay otras iniciativas que me trastornan. Por ejemplo, lo de la chica esta que ha descubierto que el apareamiento de machos y hembras, practicado hace cientos de miles de años, es un sometimiento heteropatriarcal -y un abuso machista, aunque la hembra diga sí- y que no es necesario para disfrutes placenteros, me tiene mosqueado, y preocupado profundamente. Y no es por ideología, sino por egoístas motivos culinarios. Porque tenemos ahí, también, la Ley Animal, y como comiencen a formar un cuerpo de profesores y veterinarios para informar a las gallinas de que no necesitan al gallo, a ver cómo vamos a hacer la tortilla, si no habrá huevos o, si los llega a haber, serán clandestinos, y a precios de caviar. Vale, vamos a liberar a las mujeres y a las gallinas del sometimiento al macho, pero, advierto: nos vamos a quedar sin huevos.