Un joven tetrapléjico que vive en Catarroja lleva 55 días sin salir a la calle tras la DANA y esta es la razón por la que su suerte va a cambiar: "Desesperado"

Hoy es el día, hoy puede ser ese día, hoy que es un lunes, pero es un lunes víspera de muchas cosas especiales, puede ser el inicio de otra más y es que hoy puede acabar el encierro involuntario de Iván. 

Iván tiene una tetraplejia severa, hace 17 años que tuvo un accidente de moto y tiene una lesión. Se quedó tetrapléjico en silla de ruedas y lleva un respirador también. 

Pero Iván no se queda quieto, a Iván le gusta salir, ir con sus amigos a los centros comerciales y hace mucho deporte adaptado. Juega al fútbol y a la bocha, una actividad que se inició en la Antigua Grecia y que Iván ha practicado mucho, tanto que La Vall de Gallinera, su pueblo de Alicante,le ha puesto su nombre al área deportiva de Carroja.

Él vive en estos momentos en Catarroja, en Valencia, para estar más cerca del hospital La Fe, pero ahora y por culpa de la dana, lleva 55 días sin poder salir de casa. 

Porque el ascensor no va, vive en un primero y su silla pesa 200 kilos. 200 kilos que sin ascensor es imposible de cargar y bajar por una escalera. 

55 días sin salir, sin recibir respuesta del consorcio municipal ni la visita de los técnicos. 

Así que Iván está desesperado, un poco contrariado y con ganas de sentir el viento en la cara y de tomar el sol. Pero hoy, hoy, puede que todo cambie. 

Cuenta este joven que hay una plataforma que se llama Oruga Salvaescaleras, que es una plataforma así de un metro por 70 que subes encima de la silla y te puede bajar por las escaleras. 

Y hay un distribuidor aquí en Valencia y como tiene que ir viendo alguna alternativa, pues le dijeron que el lunes vienen a probarla. 

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Y ese lunes es hoy. Si esa plataforma va bien, Iván podrá salir a la calle sin necesidad de que vayan a arreglar su ascensor, cosa que parece ahora mover un elefante. 

En gofundme.com tienen la manera de echarle un cable. 

Iván, eres tan maravilloso que haces mucha falta en la calle.

Un párroco de Catarroja vuelve de una peregrinación de Medjugorje y, un día después de la DANA, así le afecta su viaje: "Nos manda un mensaje"

A 350 metros de Santa María de Catarroja está la Parroquia de San Antonio de Padua. Desde allí, María José Navarro nos narró esta particular historia. Y muy emocionante.

El martes anterior a la Dana, Fran Martínez, el Párroco, había vuelto de una peregrinación en Medjugorje, Bosnia. El 29 de octubre tenía previsto celebrar misa por la tarde, a eso de las siete y media, pero comenzó a ver cómo se anegaban las calles de alrededor. Cuando salió para volver a su casa, el agua le llegaba casi por la cintura.

De esa peregrinación a Medjugorje, Fran se había traído una reliquia del Padre Pío, una tela impregnada de su sangre. El sacerdote la colocó en la Parroquia, y ahí quedó. El miércoles 30 de octubre, al día siguiente de la Dana, tocaba saber cuántos eran los daños causados por la enorme tromba.

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Y resulta, que no había agua. Ni una gota. Nada. Estaba todo intacto.

La Parroquia de San Antonio de Padua, con la reliquia del Padre Pío, quedó como un oasis en medio de la destrucción. Y ese oasis ha servido como almacén, como lugar de encuentro y de esperanza.

Esa reliquia llevaba, no solo un escudo físico, sino también anímico para Catarroja. Como dice el Padre Fran “Dios quiere algo de esta Parroquia y nos está mandando un mensaje”.

Milagro: suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa. Igual esa reliquia del Padre Pío es solo una tela manchada, pero está provocando mucho más de lo que ve una mirada.