El homenaje de los ‘fósforos’ a los porteros y conserjes, el trabajo esencial en cuarentena que muchos olvidan
Porteros y conserjes trabajan día a día durante esta cuarentena y ayudan a todos los vecinos
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Desde que empezó la crisis del coronavirus y se decretó el Estado de Alarma por el que estamos en cuarentena, hablamos de aquellos trabajos esenciales que, por su condición, quienes los desempeñan tiene que seguir asistiendo a sus trabajos cada día: personal sanitario, las fuerzas de seguridad, supermercados, estancos…
Y hay un sector del que apenas se habla o quizás tengamos algo olvidados y cuya labor hoy día es fundamental para que nuestro día a día siga con esa “normalidad” de la que a veces no somos conscientes. Hablamos de los conserjes y porteros que cada día acuden a los edificios en los que trabajan para mantenerlo limpio y sobre todo, en estos días, ayudar a los vecinos.
Por eso, los ‘fósforos’ de ‘Herrera en COPE’ de este martes rinden su particular homenaje a todos los conserjes y porteros que en esta cuarentena, más que nunca, ayudan a los propietarios de cada uno de los pisos que hay en cada edificio de pisos.
Es el caso de José María, un vecino que ha querido compartir con todo el mundo lo “excepcional” que es su portero de la comunidad, David. José María vive en un edificio con 54 vecinos y asegura que David “es como si fuera de todas las familias”.
Relata Jose María qué es lo que hace su portero: “le puedes llamar a cualquier hora, incluso fuera de su jornada de trabajo, a la hora que sea, está pendiente de todos. Si vienes de la compra cargado con las bolsas te las sube hasta la cocina”.
Pero el caso de David no es excepcional de la situación que vivimos sino que lo hace así todo el año. Además, su labor es conocida por los vecinos del barrio, tanto que “quieren ficharle como si de una estrella de fútbol se tratara”, nos cuenta José María.
David es un ejemplo de todos y cada uno de los porteros que hacen más amena y llevadera esta situación para muchos. Para José María, como para sus vecinos “David es excepcional”.
Juan Carlos, es conserje de Madrid, trabaja cerca del Palacio de Hielo. Asegura que “me encanta mi trabajo, soy un privilegiado y tengo un sueldo digno”.
Para este portero madrileño sus vecinos “son como mi familia y como familia que son tengo que cuidarlos”.
Estos días intensifican las labores de limpieza y desinfección de las casas pero además ayudan con las compras porque en “el edificio tengo personas mayores y mujeres con niños que no pueden bajar a la calle. Estoy para lo que necesiten”, cuenta David.
Lo mismo ocurre con José Luis, conserje en Madrid. Nos cuenta José Luis que cada mañana “cuando llego a trabajar toco el interfono para saber si alguien necesita algo, les subo el pan y la leche y lo que necesitan”.
A José Luis, como al resto de sus compañeros, le preocupa mucho la limpieza y desinfección, sobre todo de los cubos de basura.
Mónica, es conserje nocturno, también en Madrid. Sin embargo para Mónica no es el trabajo que querría hacer porque ella ha estudiado Grado Superior de Artes Aplicadas a la Madera, pero está pendiente de todo lo que necesiten sus vecinos.
Ana, lleva 15 años de conserje en Santander y está “encantada y muy a gusto con mi trabajo: fregando portales, limpiando pomos, desinfectando todo”.
Y aunque la actividad en el edificio ha bajado por la restricción de poder salir de casa, Ana lo tiene muy claro “limpio sobre limpio, hay que hacerlo todos los días”.
Javier,es portero de la localidad madrileña de Alcorcón y comenta que ahora está “a pleno rendimiento, lo he estado siempre, pero ahora más”.
Y por último viajamos a Zaragoza, allí trabaja Jesús desde hace 30 años de portero, “un oficio que tratas con gente de todo tipo, que te dan mucho cariño y tú se lo das a ellos y en el que trato de ayudar en todo lo que puedo”, nos dice.