Conduce al trabajo, pega un volantazo y cuando descubre por qué lo ha hecho, su vida cambia para siempre
Ildefonso Fernández vive en Logroño, tiene 64 años y hace seis vivió un momento realmente angustioso que le hizo replantearse su futuro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ildefonso Fernández tiene 64 años y vive en Logroño. Hace seis años, una mañana de camino al trabajo, le ocurrió algo que le cambió la vida. Eran las cinco y media de la mañana cuando se dio cuenta de que había tomado la carretera equivocada y dio la vuelta con el coche en medio. Por suerte, no ocurrió nada. Sin embargo, cuando llegó al trabajo, cayó en la cuenta de la que podía haber liado y decidió contarlo a su familia.
Este logroñés llevaba 32 años trabajando como responsable de compras de alimentación. Un día, el trabajo comenzó a hacérsele más pesado, le costaba más, era menos ágil. Decidió trabajar una hora más cada jornada para seguir el ritmo, hasta que un día vivió este episodio al volante.
Este momento hizo que le saltaron todas las alarmas, y decidió acudir al médico. Le detectaron Alzheimer. Desde ese momento, han pasado seis años y este martes ha querido compartir su testimonio en 'Herrera en COPE' para dar voz a la enfermedad y explicar cómo se puede vivir como cualquier otra persona aun padeciendo esta patología. Escucha su testimonio en el siguiente audio.
"El día a día es un poco complicado, pero estoy bien. El Alzheimer es una enfermedad en la que recuerdas todo el pasado. No solo eso, te vienen recuerdos que no habías tenido. En cambio, el día a día, el ayer, se te olvida rápidamente. Tienes que recurrir a los nuevos sistemas informáticos para recordar las cosas", ha comenzado explicando Ildefonso.
Cómo detectar que alguien tiene Alzheimer
Una de las claves de su historia es cómo se dio cuenta de que algo no iba bien: "Al principio piensas que eres un despistado y no le das importancia. Ves que el trabajo se acumula, que no eres lo ágil que eras antes. Sobre todo me empiezo a dar cuenta cuando empiezo a sufrir pérdidas espacio temporales que no eran muy normales. Vas al médico la primera vez y te dicen que puede ser cosa de la edad, empiezan a hacerte pruebas y no sale nada. Pero vuelves al trabajo y ves que todo esto empeora".
Sin embargo, "un día todo explota". El protagonista de la historia vivió un episodio de conducción temeraria y decidió contar en su casa lo que le estaba pasando. "Muchas de estas cosas las ocultaba. Cuando contaba algo no le daba la importancia necesaria. Mi mujer me decía que se me olvidaban mucho las cosas, ella notaba que algo ocurría, los dos lo notábamos", relataba.
Cuando llegó al médico, le derivó al neurólogo: "Lo primero es la prueba del sueño junto a otras, después te hacen un test neuropsicológico. El siguiente es hacer un TAC cerebral y ahí es donde se ve que tengo las neuronas aplastadas y que tengo Alzheimer. Sigo con un nivel bueno gracias a las terapias que recibo".
Retrasar el avance del Alzheimer lo máximo posible con terapia
"Esta enfermedad está muy estigmatizada. Cuando recibo la noticia me veo en 20 días en una silla postrado, sin conocer a mi familia, siendo un objeto. Gracias a que la neurólogo que insistió en que fuera a pedir ayuda tengo una vida bastante normal. Es una enfermedad que, mientras el enfermo tenga sus capacidades bien, hay que tratarlo con normalidad. El 90% de los días no pienso que tengo Alzheimer. Creo que soy una persona válida en la sociedad, aunque las instituciones no lo piensan", añade.
Y es que, Ildefonso es consciente de que la enfermedad va a seguir avanzando, pero al mismo tiempo sabe qué puede hacer para retrasarlo lo máximo posible: "Se que tengo que ir a terapia tres veces a la semana, me tengo que apoyar en el psicólogo para que mi comportamiento sea normal y no tener crisis".