Perros para detectar la covid: la iniciativa de Finlandia que en España se da de bruces con la burocracia

Indolora, rápida y económica. Así es la prueba que realizan los perros que han comenzado a trabajar en el Aeropuerto de Helsinki como parte de un programa para detectar la Covid-19. Según los investigadores, el uso de perros es más efectivo que otros métodos como los exámenes de saliva, controles de temperatura o frotis nasales.

De esta forma, a los pasajeros se les invita a limpiarse el cuello con una toallita y a depositarla en una caja. Detrás de una pared, el adiestrador coloca la caja junto a otras que contienen diferentes aromas y el perro se pone a la tarea. Mediante el olfato, puede determinar si una persona es asintomática o si está empezando a desarrollar los síntomas.

En España se está desarrollando el proyecto K-anary para entrenar hasta 400 canes en la detección del nuevo coronavirus. Según ha explicado este lunes en 'Herrera en COPE' Josep Peris, exjefe de los Mossos d'Esquadra y uno de los impulsores del proyecto , aunque el virus no emite olor, sí la reacción del cuerpo, que provoca una serie de alteraciones en la saliva, el sudor o la orina. Eso es lo que detecta el perro.

Pese a ello, Peris ha lamentado que el proceso “se está haciendo muy largo” ya que “está habiendo muchas dificultades para algo que nosotros consideramos sencillo, que es que las personas que ya están enfermas y quieran participar, se pongan debajo del brazo un clínex” para que el sudor sea utilizado por los perros para detectar la infección.

La idea es coger perros en protectoras, “sacarlos de ahí”, y llevarlos a “nuestro hogar para enseñarles esta función”, ha dicho Peris. El plazo máximo para instruir al perro “más difícil" es de "un mes y medio”. Con otros perros que han trabajado con el olfato antes, el plazo de acorta a “una semana o una semana y media”.

“Es más barato que las pruebas PCR, que tienen un precio alto”, ha señalado el exjefe de los Mossos, que no entiende las “pegas” que les ponen desde las administraciones. “Todo son cosas farragosas y administrativas que tardan mucho en hacerse”. Por el momento, el proyecto K-anary está a punto de ponerse en marcha en Barcelona para dar el salto a todo el país.