Una madre termina echando a sus 2 hijos de casa por la situación que atravesaban: "Pedí que nadie les abriese"
La madre de estos dos jóvenes ha confesado en 'Herrera en COPE' la complicada situación que tuvo que atravesar con ellos y las duras decisiones que tuvo que tomar para protegerlos
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Siete de cada diez jóvenes entre 14 y 18 años ha bebido alguna vez en su vida y, en el último mes, casi una tercera parte se ha tomado cinco o más copas en tan solo dos horas. Esta forma de beber se conoce como "consumo en atracón" y, según los expertos, puede causar lesiones cerebrales irreversibles. Pero, además del alcohol o el tabaco, está aumentando también el consumo de otras sustancias y, al final, los datos de las adicciones son estremecedoras.
El éxtasis es la droga que se ha puesto de nuevo de moda. Y, aunque cuesta creerlo, la heroína también aparece entre las drogas que consumen nuestros hijos: un 0,7% reconoce haberla probado. La buena noticia es que se puede salir de estas adicciones, ya sea alcohol o drogas, que muchas veces van unidos, lo cuenta, en 'Herrera en COPE', Mariola Esteban, que lo ha vivido en primera persona con sus dos hijos, Gonzalo y Candela, que tenían 16 y 15 años. "Se me ponen los pelos de punta. He escuchado a esta niña (Ana) y me han entrado ganas de llorar", comenzaba diciendo Mariola.
Tuvo que echar a sus hijos de casa
"Los niños empiezan a entrar en una adolescencia, tontean con cosas -algunos no-. Y cuando te quieres dar cuenta
", señalaba, y continuaba, "cuando dejo a mi niña en el cole con las perlitas y las trenzas repeinada, y sale con el pelo suelto a lo Hannah Montana, "ya soy mayor", se ha quitado las perlas, de repente se hace una coleta, lleva la nunca rapada, y de repente desaparecen los pósteres de
de las paredes de su dormitorio, y aparece uno del Che Guevara y otro de Bob Marley, entonces
", contaba.
Mariola Esteban explicaba cómo se enteró y cuál fue la clave en toda esta historia: "Desde la Comunidad de Madrid me estaban enviando amonestaciones porque estaba teniendo absentismo escolar (...) Y es cuando yo me entero, yo no tenía ni idea. Ella lo intercedía, se iba al correo y sabía perfectamente cuando llegaba. Y ahí se desencadena un proceso importante", destacaba. Mariola llegó incluso a denunciar a su hija o echar de casa a su hijo para conseguir que cambiaran de vida.
La madre de Gonzalo y Candela contaba que el momento de más shock para ella: "Cuando ya terminé una terapia de psicología con la niña y me dijo, 'hasta aquí puedo llegar, ya no está en mis manos, ya tiene que entrar en un centro de desintoxicación'. Cuando entra esa palabra en mi vida, 'desintoxicación', qué duro", explicaba con dolor. "Al final, gracias a Dios, hemos tenido un final feliz", aseguraba.
No obstante, no todo fue así y para llegar a ese punto tuvieron que pasar situaciones realmente complicadas hasta el punto de tener que echar a sus dos hijos de casa y pedir a todos los familiares que no les abrieran la puerta. "Es un proceso en el que cuando se inician, caen, se levantan, caen, se levantan, los estresas al máximo... incluso vino un "hermano mayor" a casa. Tuvimos terapia y hasta monitorización", ha contado.
Un proceso en el cual "les tengo que poner en la calle. Tenía avisada hasta a la Guardia Civil". Lo más duro, sin embargo, fueron los momentos más complicados. "La pequeña desaparecía. Llegó a estar ocho días fuera de casa sin saber nada de ella. Ahora ella me ha querido contar alguna vez sobre aquellos días y yo no quiero saberlo. Siempre le digo que tenemos un ángel de la guarda".
En este sentido, ha subrayado que con esto solo quería "protegerlos" y por aquel entonces hubo un despliegue enorme "de psiquiatría, Seguridad Social, Guardia Civil". Mientras tanto, ella trabajaba en paralelo para conseguir que sus hijos pudieran estar a salvo. Algo que, gracias todos sus esfuerzos, funcionó.