Madrid - Publicado el - Actualizado
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El testimonio de Mariano Rajoy en la Audiencia Nacional ocupa las líneas de 'La Puntilla' de este jueves de David Gistau, quien dedica también unas líneas al anális que realizaron los periodistas del programa 'Al rojo vivo' en La Sexta.
“Cuando terminó la comparecencia de Rajoy en la Audiencia Nacional, ningún comentarista se preguntó si lo que había aportado como testigo serviría o no en términos jurídicos para argumentar la culpa de los acusados. Esto es revelador, a nadie le importa eso un pimiento. Del espectáculo solo interesaba el aspecto político. Y concretamente si los abogados de la acusación popular lograrían o no que Rajoy cometiera una torpeza que lo autoinculpara. Por eso no le interrogaron como un testigo, sino como un presunto culpable recién capturado y con el haz de luz de una lámpara dirigido al rostro. Ese era el juego y esos eran los contendientes. Y para los comentaristas fue como valorar un debate parlamentario por otros medios, quién gano, cuáles fueron las mejores frases, de qué color era la corbata... En fin, lo habitual cuando hacemos la crónica de debates importantes como el del Estado de la Nación.
No deja de ser llamativo que el mismo presidente que ha convertido la economía en el monotema de su presidencia en la única prioridad verdadera, se declara un ignorante en semejante materia que según él es incompatible con la política. Parece ser que el director de campaña que Rajoy fue no se molestó nunca en preguntar de qué presupuesto disponía para organizar mítines. Así de opaca fue la estrategia ilusiva de Rajoy, que sus acusadores no fueron capaces de contrarrestar. Su decepción era palpable.
Después de mucho acecharlo, el jabalí se les había escapado de la trampa. Y por momentos tirándoles cortes de magas. Igual de palpable era la decepción de los comentaristas 'podemitas', los de comité de salud pública de Ferreras, que tuvieron que conformarse con intentar hacer pasar por procesado a un testigo durante su paso por la sede judicial. Me gusto el comentario de un o de ellos: “Bueno, pero la gente sabe que es culpable”. Eh ahí la cuestión. La gente, lo que la gente sabe, lo que a la gente se la ha dicho que sepa. La próxima vez, que Rajoy haga el paseillo ante un tribunal popular como los de las checas, que de ahí no se irá de rositas”.