El obispo de Vitoria, sobre la rebaja de penas a los presos de ETA: "Es una injusticia objetiva, es jugar con el dolor”

Esta semana ha tenido lugar en Vitoria la Conferencia Internacional sobre las Víctimas del Terrorismo. La ciudad alavesa tiene la triste experiencia de esta lacra en los años de ETA. El encuentro tiene lugar además en una semana que hemos conocido que el Gobierno ha concedido a Bildu beneficios para los presos etarras no arrepentidos.

En este punto, cabe preguntarse cómo se puede acompañar a una familia que ve como el asesino de su ser querido abandona la cárcel antes de cumplir su condena. Una cuestión que ha abordado en 'La Linterna de la Iglesia' el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, que también estuvo presente en la inauguración del congreso.

“Fue un acontecimiento para recordar a las víctimas del terrorismo, acompañar a sus familiares con tantas consecuencias y lacras, recordar para no repetir, para luchar por la paz, para educar a las nuevas generaciones... La memoria sobre los acontecimientos para no volver a repetirlos”, ha precisado.

Y es que Vitoria ha sufrido mucho el terrorismo. De hecho, es ahora cuando la sociedad vasca está comenzando a gestionar las heridas que dejaron cinco décadas de dolor y lágrimas. En este punto, apunta Elizalde, el acompañamiento y la motivación del perdón juegan un papel fundamental.

“Entender las causas para intentar tener todos los recursos y no quedarse bloqueado en el pasado para perdonar es labor de la sociedad, pero la Iglesia tiene un plus de motivaciones para perdonar, el perdón de Dios a cada uno de nosotros”.

El obispo de Vitoria cree que rebajar las penas a los terroristas "es jugar con el dolor" de las víctimas 

Cuestionado cómo puede afrontar una familia que ve como el victimario de su ser querido queda en libertad antes de tiempo, el obispo de Vitoria reconoce que “son reformas políticas y sociales que tienen una parte de injusticia terrible, porque la proporcionalidad de la pena es un dato objetivo”.

En este sentido, Juan Carlos Elizalde sostiene que la pena tiene que ir acorde a los daños con el fin de reparar el orden público y preservar la seguridad”, pero apunta que también tiene un valor medicinal. De ahí que para el prelado el hecho de reducir las condenas implica “banalizar el sentido de la pena”, porque además esto contribuye “a revictimizar a las personas afectadas por el terrorismo. Es una injusticia objetiva, es jugar con el dolor”, opina.

El arrepentimiento como condición previa para quedar en libertad es otro de los puntos que ha abordado Elizalde en 'La Linterna de la Iglesia'. A su juicio, “es difícil valorar los aspectos subjetivos y la conciencia personal”, pero recalca que “el perdón no exime de la responsabilidad”, recordando que Juan Pablo II perdonó a Ali Agca, “pero no sugirió que debía quedar libre de las consecuencias de sus actos ante la justicia civil”.

En cualquier caso, para el titular de la diócesis alavesa cree que es necesario que las heridas “no cierren en falso” para evitar “un colapso social”, siendo para ello fundamental el acompañamiento a las víctimas del terrorismo.

“Hay equipos civiles y religiosos que están teniendo encuentros entre las personas afectadas, las víctimas de ETA y sus autores”, pero hace hincapié en que el victimario, por su condición de persona, “no pierde su dignidad”, por lo que aunque se haya equivocado y haya actuado brutalmente, “también tiene derecho a que emerja esa luz que hay en su interior, porque sigue siendo persona con dignidad humana”, ha manifestado.

Elizalde cree que el pueblo alavés da pasos hacia la reconciliación

En el año 2016 Juan Carlos Elizalde tomó posesión como obispo de Vitoria, poniendo la paz y la reconciliación del pueblo alavés entre sus prioridades. Y es que recordaba hace ocho años el obispo que, sobre todo en los pueblos pequeños, había “grandes bolsas de resentimiento”.

Casi una década después, opina Elizalde, “la evolución está siendo positiva porque hay mucho acompañamiento y ha habido denuncia de casos flagrantes de personas que no se han arrepentido y pretende huir teniendo un liderazgo social y político. Esto se ha desenmascarado socialmente y las cosas están mejor porque hay justicia y verdad”, ha agregado.

El obispo de Vitoria valora el mensaje del Papa sobre la pena de muerte

Preguntado por el mensaje del Papa Francisco exigiendo a los gobernante la abolición de la pena de muerte, Elizalde recuerda que en 2018 el Pontífice argentino cambió el número 2267 del Catecismo, por el que la Iglesia condena la pena capital en cualquier circunstancia.

“La Iglesia enseña a la luz del Evangelio que la pena de muerte es inadmisible porque atenta contra la dignidad de la persona y se compromete a su abolición en todo el mundo. La persona, aunque se haya equivocado mortalmente, no pierde su dignidad humana y es el argumento definitivo”, ha puntualizado.