La reflexión de Ana Medina sobre la intención de oración del Papa en mayo: "Una petición necesaria"
Ana Medina analiza las palabras de Francisco, en la que pide rezar para que las religiosas, los religiosos y los seminaristas crezcan en su camino vocacional
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El Papa Francisco nos invita a rezar cada día, pero también cada mes, por una intención concreta, que nos hace llegar con su reflexión y llamada en primera persona en El Video Del Papa.
La petición de Francisco en este mes de mayo es muy clara: nos pide que recemos para que las religiosas, los religiosos y los seminaristas crezcan en su camino vocacional. Y que lo hagan a través de una formación humana, pastoral, espiritual y comunitaria. Una formación integral, dice el Papa, que les lleve a ser testigos creíbles del Evangelio.
En el vídeo del Papa, su invitación va acompañada de imágenes de religiosos, religiosas, seminaristas y sacerdotes jóvenes, en esos primeros pasos de una llamada tan exigente, y tan bendecida, como la de ser hombres y mujeres instrumento de Dios en la Iglesia y en el mundo desde su particular vocación.
Francisco nos recuerda que una vocación no es de por sí seguro de éxito, igual que un diamante en bruto puede pasar incluso desapercibido a la vista. Hay un trabajo de por medio para que brille en ella la luz de Dios. En boca del Papa, es necesario ser un hombre, una mujer formados, trabajados por la gracia del Señor.
Y el pontífice no se refiere sólo a la formación académica. De hecho afirma que no termina nunca este trabajo. Francisco especifica aspectos de ese diamante que deben ser pulidos para dar fruto: el ámbito intelectual, sí, pero también el humano, el afectivo, tan importante, y el espiritual.
En este mes de mayo, El Video del Papa invita a pedir a Dios por esos procesos que son tan importantes para quienes se sienten llamados, pero también para toda la Iglesia y la sociedad, que necesita de sus vocaciones. Rezar para la buena preparación de estas personas, nos pide el Papa, que va desde el seminario y el noviciado hasta el contacto directo con la vida de los otros con que van a convivir a lo largo de su servicio. Una petición necesaria donde las haya.