5 años del primer caso de COVID, ¿sabríamos actuar si llegase otra pandemia?
El primer contagio se dio en la desconocida ciudad china de Wuhan, que meses después se calificó como epicentro de la pandemia
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Una de las crisis más recientes que ha sufrido la humanidad en materia sanitaria, ha sido la pandemia de COVID-19, una enfermedad de la que hace ya 5 años desde que se conoció el primer contagio. El primer paciente conocido fue un pescadero del mercado de Wuhan, aquella ciudad china que pronto se haría conocida mundialmente como el epicentro de la pandemia.
Unos meses después, ese único contagio fue creciendo en China, y, mientras que en España se decía que habría casos puntuales aislados y todos desconfiábamos de la expansión de este virus, fueron pocos los meses de espera para ver como la enfermedad llegó a España, acompañada de contagios, muertes y confinamientos. Y esto, gracias al trabajo de sanitarios y farmacéuticos, y la colaboración de la sociedad, ha resultado en la vacunación y la recuperación de la normalidad.
Lo aprendido
El virólogo Estanislao Nistal confirma en 'La Linterna' que desde la pandemia, valoramos mucho más la salud en relación con la vida de lo que lo hacíamos antes. Además, hemos aprendido a tener más en cuenta a familiares y amigos en todo lo referente a la salud. “Se ha visto la fragilidad del ser humano, pero también el conocimiento nos ha hecho saber como superar las adversidades y también cómo tenemos que luchar contra ellas”, decía.
“Lo aprendido es mucho, pero aun así no estaríamos preparados para actuar desde el día uno en algunos casos si viniese una nueva pandemia como el COVID”, afirmaba el médico. Pero aun así, el experto confirma que “Gracias a las vacunas, hoy el COVID es una enfermedad que en la mayoría de los casos no causa ningún problema”.
Uno de los mayores problemas con el COVID tuvo lugar en las residencias de ancianos. Allí fue donde más surtieron efecto las medidas propuestas para frenar los contagios. Restringir las visitas, separar a los familiares y otras restricciones hasta esperar a la llegada de las vacunas, fueron las que frenaron el avance de la enfermedad en estos centros”, afirmaba el virólogo.
El COVID sigue PRESENTE
Al igual que otros virus como la gripe, el COVID ha llegado para quedarse a convivir con nosotros como una enfermedad más. Las vacunas han sido las que ha hecho que, ahora, el COVID sea una enfermedad que ha reducido drásticamente su mortalidad, aunque sigue y seguirá habiendo muertes a causa de esta.
Lo que sí ha dejado preocupación respecto a esta enfermedad, es quien sigue sufriendo algún síntoma del COVID, algo que se califica como COVID persistente. Estos síntomas, a quienes los sufren, “les inhabilita o les incapacita para hacer algunas funciones del día a día.
Yo creo que también un poco la ignorancia de que no sabemos todavía en muchas situaciones cómo curar o cómo aliviar o cómo eliminar completamente las secuelas de ese COVID persistente y ahí es donde nos damos cuenta de que hay todavía muchas cosas por conocer de esta enfermedad o de otras parecidas que puedan venir en el futuro”, dice el experto.
Además, este COVID persistente, puede dejar “fallos de memoria, lagunas mentales, problemas estomacales, problemas también articulares, movimiento, respiración, pues muchas veces el hacer esfuerzo les cuesta, el cansancio, la manera también de procesar algunos alimentos, hay diversas manifestaciones pero en todas ellas hay una incapacitación para hacer pues el día a día como lo hacían anteriormente”, confirmaba el virólogo.