Un cardiólogo aclara qué enfermedad puede frenar la nueva inyección contra el colesterol: "Un 50% más"
Manuel Anguita, especialista en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, explica en La Linterna por qué no puede llamarse al nuevo fármaco vacuna contra el colesterol
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente de honor de la Sociedad Española de Cardiología y cardiólogo en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, Manuel Anguita, aclaraba este martes en La Linterna qué enfermedad puede frenar la nueva inyección contra el colesterol. Y es que un estudio reciente muestra que la mitad de la población español padece de colesterol alto.
Este martes los periódicos anunciaban que llega a España la vacuna contra el colesterol, el primero y único tratamiento de su clase. Sanidad ha aprobado la financiación de una terapia de ARN mensajero que reduce el colesterol pero, ni es una vacuna, ni es la solución a todos los problemas. No obstante, Anguita explicaba a Expósito que no es una vacuna.
“Las vacunas lo que producen es una reacción inmunitaria del organismo para luchar contra un agente. Esto es un fármaco, un medicamento, la confusión viene porque en su mecanismo de acción utiliza la tecnología basada en ARN, que se puso de moda cuando se desarrollaron las vacunas del Covid”.
La enfermedad que puede frenar la inyección
Una de las partes más interesantes de la entrevista ha llegado cuando el cardiólogo explicaba cuál es el porcentaje de colesterol malo que puede reducir. Según especifica, hay seguimientos de hasta 6 años y lo que produce es una reducción hasta la mitad, pero la clave no está ahí. “Eso es muchísimo, los tratamientos orales que tenemos hasta ahora, dependiendo de la dosis, producen un 20 o un 40% de reducción”.
La innovación está en la reducción acumulada, lo que frena varias enfermedades. “Cuando se emplea en pacientes que necesitan bajarlo más para reducir riesgo de infarto o ictus, ese 50% del nuevo fármaco se añade al de la estatina, sería un segundo escalón”.
La gran novedad de la inyección
Una de la novedades rompedoras de esta inyección es que sólo se administraría 2 veces al año. “Es la característica diferencial y más importante. Ya tenemos fármacos que actúan sobre la misma proteína, pero hay que implementarlo una vez cada dos semanas. Evidentemente la comodidad para los pacientes es mejor”, explica el especialista en Cardiología.
Por último, ha querido especificar que no hay un umbral de colesterol malo en el que haya que mantener el nivel constante. “El colesterol es uno más de los cuatro o cinco factores de riesgo que influyen en este problema. Está el colesterol alto, la hipertensión, el tabaco, la diabetes, el sedentarismo... Lo que se recomienda siempre es una valoración global del riesgo, si uno tiene los niveles de colesterol muy bajos pero fuma y no hace ejercicio pues su riesgo cardiovascular sigue siendo muy alto”, explica el experto.
“o segundo es que, respecto al colesterol, lo que se valora es el colesterol malo. Los valores de LDL hay que tenerlos bajos pero, ¿hasta que grado? Depende del riesgo global. Una persona sana de 40 años que no fuma no es lo mismo que una persona que ya ha tenido un infarto o un ictus, en el que el riesgo es mayor, y son pacientes de muy alto riesgo y el nivel de LDL recomendado es de menos de 55, y del primero 140”.