El motivo clave para entender por qué Sudán se encamina hacia una nueva guerra civil: "Es casi una quimera"
José Cepeda, profesor de Relaciones Internacionales en la UNIR, analiza en La Linterna de COPE lo que está ocurriendo en Sudán y las consecuencias de este conflicto en el país
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Todo parece indicar que Sudán avanza irremediablemente hacia una guerra civil. En la última semana, se han incrementado los enfrentamientos armados entre el Ejército y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido ha dejado un auténtico reguero de sangre en las calles del país.
Según la Organización Mundial de la Salud se estima que más de 400 personas han perdido la vida en los combates, mientras que cerca de 4 mil se encuentran heridas. Los ataques en los que participa incluso la aviación, tienen lugar sobre todo en la capital, Jartum, pero ya se han extendido a otras regiones, que podría sumirse en un conflicto general. Por ese motivo, muchos países han iniciado la evacuación de sus ciudadanos. Entre ellos España.
Es uno de los países más grandes de África y uno de los más pobres del mundo. Sudán se encuentra en guerra en una situación en la que alrededor de un tercio de su población, donde unos 45 millones de habitantes viven de ayuda humanitaria. Más de la mitad de ellos son niños que no van a la escuela. En cuanto a las mujeres, el 90% sufre mutilación genital, y una de cada diez chicas se ve obligada a casarse antes de los 15 años. A punto de cumplir diez días de enfrentamientos en las calles, los combates más sangrientos se están produciendo en la capital, Jartum.
"Todo parece indicar que vamos a una guerra civil que se puede dilatar en el tiempo"
COPE ha analizado en profundidad todo lo que está ocurriendo en Sudan y las consecuencias que está provocando este conflicto en el país y fuera de él. Para ello, José Cepeda, profesor de Relaciones Internacionales en la UNIR, la Universidad Internacional de La Rioja, lo explica en La Linterna.
África vuelve a estar en el centro de numerosos intereses, desde Arabia Saudí hasta Egipto y Rusia. “Cuando uno piensa en Sudán, piensa en un país que está en el centro de África. El viejo Sudán era y es un país que está en el centro de los 50 países africanos -es el tercer país más importante que da cobertura a siete países, incluido Sudán del Sur, y está rodeado de numerosísimos intereses económicos”, señala el experto, recordando que cuenta con yacimientos petrolíferos, de oro o diamantes.
¿Puede hacer algo el resto del mundo en un conflicto tan localizado y sangriento como este?: “Naciones Unidas está en una situación complicada. Ya estamos viendo como el consejo de Seguridad, en el conflicto de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha tenido serios problemas en poder elevar una posición determinada. Es verdad que cuando se ha visto la máxima tensión ha estado monitorizando las actuaciones de los grupos militares dentro de Sudán –las FAR y los Yanyauid- desde hace mucho tiempo”. A pesar de haber solicitado un alto al fuego por ambas partes, el intento ha sido en vano y “no aceptan ninguna injerencia extranjera. Están en una lucha encarnizada por el poder y Sudán está en una situación límite. Vamos abocados a una nueva guerra civil”. José resalta la importancia de ser conscientes de “la responsabilidad de no abandonar a Sudán” ahora que se encuentra en una situación crítica.
Sequía, pobreza, cambio climático, la guerra, el islamismo, la corrupción, el Estado fallido... Son muchos los motivos que llevan a los ciudadanos a abandonar el país buscando un futuro para sus familias: “Cualquiera lo haría, es algo básico para seguir vivo. Hay algunas repúblicas que son auténticas dictaduras”. El experto comparte sus sensaciones de por qué la democracia no prospera en los países africanos: “Siempre van acompañadas de sistemas faltos de valores. Cuando uno ve otros lugares del mundo sin valores, donde no se tiene la más mínima consideración con el ser humano, te das cuenta de que hablar de sistemas democráticos es casi una quimera. Es muy difícil intentar imponer nuestros sistemas democráticos en estos lugares del mundo”. En muchas ocasiones se habla de África como gran productor de materias primas, como minerales necesarios, “pero se olvida de dotar de recursos, educación o valores para que los derechos humanos sean respetados”.
En el centro de los enfrentamientos se encuentra la lucha de poder entre el líder militar sudanés Abdel Fattah al-Burhan y Mohamed Hamdan Dagalo, comandante de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). José Cepeda deja claro que “es muy difícil” que el conflicto “acabe de una forma rápida y razonable. Estamos hablando de dos bandos, de dos personas, que han trabajado juntos en el pasado y que no son capaces de entenderse a pesar de ser viejos conocidos. Lamentablemente, el entendimiento parece que no existe y todo parece indicar que vamos a una guerra civil que se puede dilatar en el tiempo”.