La psicóloga García Moreno explica el tipo de TOC que no tiene tratamiento y es más común de lo que crees
La doctora explica en 'La Linterna' cómo se identifica este trastorno y qué se puede hacer para aliviar los síntomas
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Vivir con el miedo constante de lastimar a otra persona o incluso a sí mismo. Es el pensamiento recurrente de aquellos que conviven con un TOC de daño. Una idea que sobrevuela su mente y que les limita en su día a día. Arianna lo sufre desde pequeña y así lo contaba en La Linterna.
Decía que ella siente miedo con situaciones cotidianas, que pueden ser, por ejemplo, tener un tenedor a mano, y pensar que "vas a perder el control y clavárselo a tu pareja".
Desde muy pronto empezó a tener síntomas de ese TOC, sentir la necesidad de hacer daño a su familia. Y a la vez comenzó una depresión que le diagnosticaron con 10 años. "Son pensamientos de hacer daños en temporadas en las que estoy nerviosa o con algo encima, te lleva aislarte porque crees que eres unas personas peligrosa".
El TOC de hacer daño es un trastorno mental y genera mucho terror y sufrimiento a las personas que lo padecen. Pero, ¿en qué consiste? ¿Qué se puede hacer contra él? Como cada martes, nos lo explica en La Linterna la neuropsicóloga Aurora García Moreno.
Las características y síntomas de este tipo de TOC
Lo cierto es que hay una serie de síntomas y características a este tipo de TOC que pueden ser comunes, pero la doctora insiste en decir que pueden ser muy variadas. "Varía de unas personas a otras, existen unos denominadores comunes como pensamientos, son perfeccionistas y no favorece a la gestión al cometer cualquier tipo de error, tienen ese momento de qué es lo correcto y cómo hacerlo mejor" comenzaba diciendo.
"Son muy exigentes, internalizan las normas de manera muy rígida, y se muestran muy inseguras, sobre todo a las tomas de decisiones, y eso afecta a su autoestima" expresaba.
Y aunque no hayas escuchado mucho acerca de este TOC, lo cierto es que más común de lo que pensamos. " Puede darse por factores genéticos, pero no es determinante para que los descendientes desarrollen. Por experiencias traumáticas o de estrés, lo que provoca es inestabilidad, se obsesiona con esos pensamientos intrusivos y da un significado a ese pensamiento haciendo que se convierta en una obsesión, la ansiedad se dispara, quiere reprimir el pensamiento, pero vuelve con mucha más fuerza" explicaba.
La complejidad del tratamiento
Lo cierto es que las personas que sufren este TOC tienen que lidiar con miles de pensamientos que se pasan por sus cabezas y que acrecientan su ansiedad. "Sus pensamientos son muy perturbadores, muy intrusivos pero siempre evitan ejecutarlos. Parten de esa creencia de que están destinados a hacer cosas malas, pero rara vez se dejan llevar por ese impulso, las personas violentas si sienten satisfacción dañando a estas personas" decía la neuropsicóloga.
"Su cerebro hace que la persona tiene que repetir conductas ante situaciones que no tienen peligro pero el cebero sí lo recibe como algo peligroso. Hay una serie de áreas que suelen estar muy activadas. Desencadena ansiedad y se lava las manos repetidamente, por ejemplo, para eliminar la ansiedad, vuelve y se repite todo el tiempo" explicaba esta profesional.
Pero, ¿hay tratamiento? Pues la doctora misma lo explicaba. "Son patologías crónicas, pero sí es cierto que se pueden controlar los síntomas y que las dificultades sean menos. Sobre todo se puede afrontar la ansiedad y el miedo y aprender a dejar de hacer las convulsiones" sentenciaba.