Escuchan golpes de madrugada y descubren a unos okupas intentando entrar en un piso en Barcelona: Montse revela cómo reaccionaron
En Cataluña se concentra el 40% total de las denuncias de okupación registradas en España
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El acceso a la vivienda en España es un problema que afecta a gran parte de la población y por eso hoy en COPE hemos analizado cómo está la situación de los alquileres y compras de pisos en diferentes puntos del país. Pero si hablamos de dificultades en la vivienda no podemos obviar uno de los puntos clave: la okupación.
De media, se calcula que en España hay más de 15 allanamientos de viviendas. La comunidad autónomas más afectada sin duda es Cataluña, con un 40% del del total de las denuncias registradas a nivel nacional.
Justo allí, en la localidad de Mataró vive Montse Ferrer, la presidenta de una comunidad de vecinos que decidió plantar cara a un grupo de okupas que pretendía instalarse en su edificio, tal y como ha narrado hoy en 'La Linterna'.
"ERA UN SINVIVIR"
Montse y su comunidad de vecinos llegaron a sufrir okupaciones hasta dos veces entre 2016 y 2017. Su "sinvivir", como lo ha calificado la presidenta, comenzó cuando una familia llegó a un inmueble del tercera planta que era un piso social.
Al parecer "revendieron las llaves a otra familia", explicaba Montse. Y así, de un momento a otro, se produjo la segundo okupación. "Las dos familias se engancharon a la luz y al agua y todos rompían las zonas comunes y siempre teníamos rota la cerradura de abajo para poder dejar entrar a la gente", explicaba en 'La Linterna'.
Durante los siguientes meses se vieron obligados a pintar los rellanos hasta en 3 ocasiones y arreglar la puerta del piso después de que fuera forzada múltiples veces. Cuando la familia por fin abandonó el inmueble los vecinos no dudaron en movilizarse, ya que intuían que los okupas pretendían volver a revender las llaves.
En ese momento se encargaron de tapiar las puertas a conciencia e, incluso se organizarse para "hacer turnos" de vigilancia, contaba la presidenta de la comunidad. "Por la noche hasta el vecino del tercero casi durmiendo prácticamente en el rellano y nosotros con el teléfono constantemente", narraba Montse. Al final, todos los vecinos terminaron haciendo guardia porque "es que si no te entran", apuntaba.
LA ÚLTIMA OKUPACIÓN
En el edificio e Montse han continuado durante años con este problema. Aquí son los propios vecinos los que toman cartas en el asunto para evitar que este piso sea okupado.
La última vez que se vieron en esta situación fue hace unos meses, en 2024. Unos okupas trataron de entrar otra vez a este inmueble del tercer piso pero los vecinos reaccionaron rápido y consiguieron pararlos.
Ahora esta casa es propiedad de la Generalitat y ha sido destinada a vivienda social. Aunque la situación ha terminado por estabilizarse un poco, Montse y las otras 23 familias de este edificio reconocen que viven con la preocupación constate de que alguien entre en sus casa. Para ellos "las leyes no tienen en consideración el sufrimiento, la agonía y el malestar" al que se han visto sometidos.