¿Qué ha cambiado en Irán después de la muerte de Mahsa Amini? Las claves de este primer aniversario

Hoy, 16 de septiembre, se cumple un año de la muerte de Mahsa Amini, esa joven iraní de 22 años que perdió la vida tras ser detenida por llevar mal colocado el velo islámico. Su muerte, sin embargo, supuso un antes y un después en la lucha de los derechos humanos en Irán, sobre todo, para los derechos de las mujeres en el país.

Y es que tras su muerte comenzaron una serie de protestas por parte de miles de iraníes, que luchaban contra la ley sobre el hijab, el velo islámico, y contra toda la represión. Protestas que hoy, un año después, siguen asustando al gobierno iraní, que ya trabaja por un proyecto de ley que endurezca los castigos contra las mujeres que no usen el velo en un lugar público.

De hecho, la policía ha retomado ya la represión a modo de advertencia, porque lo cierto es que el régimen no quiere que vuelvan las protestas en el aniversario de la muerte de la joven activista kurda. Para impedirlo, las fuerzas de seguridad iraníes han acosado e intimidado a los familiares de las más de 500 personas que murieron cuando participaron en las protestas.

En COPE, Mansoureh Mills, investigadora para Irán de Amnistía Internacional, explicaba que "en las últimas semanas previas al aniversario de la muerte de Mahsa Amini, han sido detenidos estudiantes universitarios y defensores de derechos humanos y familiares de manifestantes muertos".

Y no solo eso, porque también las autoridades iraníes han obligado a firmar a miles de universitarios documentos en los que se comprometen a intervenir nunca más en nuevas protestas.

Nuevas patrullas y denegando empleos

Para frenar nuevas posibles protestas coincidiendo con el aniversario de muerte de Mahsa Amini, desde hace meses se han restablecido las patrullas de la policía de la moral en el país y se han empezado a denegar empleos orientados a la enseñanza y a la atención sanitaria a mujeres que se presenten en público sin cubrirse el pelo.

Al grito de "mujer, vida, libertad” muchos iraníes se echaron a las calles hace un año. Protestaron en universidades o colegios y quemaron velos para mostrar su rechazo a la República Islámica, que respondió con una represión que causó 500 muertos, miles de detenidos y la ejecución de siete manifestantes.

Un nuevo proyecto de ley para ampliar los castigos

Por su parte, el Parlamento iraní está estudiando un proyecto de ley para ampliar los castigos contra mujeres y niñas que no usen el velo en espacios públicos, un texto que ha llevado a relatores de Naciones Unidas a hablar de un "apartheid de género". "Las autoridades parecen estar gobernando a través de una discriminación sistemática con la intención de forzar a las mujeres y niñas a una sumisión total", denunciaron recientemente.

El borrador, presentado en mayo por el Gobierno y el aparato judicial iraní, tiene por nombre 'Apoyo a la Cultura del Hiyab y la Castidad' y eleva las multas e incluye otros castigos como la incautación temporal de los vehículos de aquellas mujeres que no mantengan un cumplimiento estricto del uso del velo.

Así, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha mostrado esta semana su "grave preocupación" por el proyecto y ha dicho que incluye también "prohibiciones de viaje y la retirada al acceso a servicios sociales", así como el uso de tecnología de vigilancia para analizar la vestimenta y comportamiento de las iraníes.

"Las informaciones sobre mujeres haciendo frente a acciones legales por violaciones del código de vestimenta se han multiplicado, incluso antes de la aprobación del borrador", ha lamentado Turk, quien ha mostrado su preocupación por el regreso de la 'Policía de la moral' y ha criticado la "inadecuada" rendición de cuentas por las responsabilidades derivadas de la muerte de Amini.