China se prepara para construir su propia Luna artificial

Ha inspirado poemas, canciones y películas. Con ella han soñado niños de todas las generaciones y, durante siglos, fue la obsesión de las mayores agencias aeroespaciales del mundo. Estamos hablando de la Luna, que nunca dejará de sorprendernos. En la ciudad China de Chengdu, al sudoeste del país (con una población de más de 10 millones de habitantes) han decidido que en 2020 enviarán al espacio una Luna artificial, que ofrecerá una luz 8 veces más potente que la de la Luna real. ¿El motivo? Reemplazar las farolas y alcanzar un ahorro que podría llegar hasta los 150 millones de euros.

El periodista de la sección Ciencia del diario ABC, José Manuel Nieves, contaba en ‘La Noche de COPE’ que “tan sólo tendría que estar a la altura adecuada, unos 500 kilómetros, para que el Sol se vea reflejada en ella, y los rayos solares incidan los espejos con los que contará esta Luna artificial”. Además, su precisión sería tal que podría iluminar zonas concretas, y tener un radio de acción de unos 50 kilómetros.

Asimismo, Nieves añadía que “nadie debe pensar que va a ver dos lunas en el cielo, porque el satélite natural va a seguir siendo observable, pero la Luna artificial se va a percibir nada más que como un punto brillante”.

En concreto, serán unos paneles superreflectantes que presentan una duda para muchos grupos ecologistas… ¿Cómo afectarán a la naturaleza?

José Manuel Nieves explicaba que “habrá que comprobar su impacto ecológico, pero los creadores (un instituto de tecnología aeroespacial) aseguran que esta cantidad de luz no alteraría el ritmo de las plantas y animales que se desarrollan en la oscuridad”.

Se trata de una idea que no es nueva, y que, a menor escala, ya se ha hecho en otros lugares. “Hay un escultor que ha creado una Luna artificial que podría moverse, ir girando y reflejar incluso luces de colores”.