El dato que tendrás que aportar desde ahora para poder hospedarte en un alojamiento en España: la consecuencia de no ponerlo bien

Cuando hablamos de turismo, es común decir que España es uno de los países más turísticos del mundo, y es que, según el INE, a fecha de septiembre de este año, que ya está terminando, nuestro país ha recibido ya casi 74 millones de turistas internacionales, que nos otorgan el segundo puesto mundial en llegada de turistas, por delante de países tan grandes como Estados Unidos, y solo por detrás de Francia.

Pero, además del turismo internacional, en España siempre hay un gran movimiento de turismo nacional, es decir, hacer turismo dentro del propio país, en otra ciudad, pueblo o comunidad autónoma, y, por supuesto, también en las islas, como podría ser el caso de un toledano que se vaya a pasar un puente a Gran Canaria.

En cualquier caso, a la hora de hacer turismo, lo más común, salvo que vayamos a casa de un conocido o en autocaravana, será contar con un alojamiento. Y es que, ya se trate de un hotel, un apartamento, o, incluso, un camping, entre las muchas opciones que existen, nos exigen diversos datos para poder hospedarnos, tales como DNI, nombre, apellidos, tarjeta de crédito y el abono de algunas tasas turísticas.

Lo que cambia

Si antes era común que nos solicitaran datos, con la finalidad de que todo se encuentre en orden, verificar la reserva y algún que otro trámite, ahora, “puede que nos pregunten incluso cual es nuestro número de pie”, como decía Pilar García Muñiz en La Tarde. María Hernádez, jefa de recepción del Hotel Laguna Nivaria, en Tenerife, confirma que “ahora, a parte del propio DNI, están obligados a solicitar todos los datos referentes al domicilio, teléfono y correo electrónico, pero no solo del titular, como siempre, sino de cada uno de los que se van a hospedar con esa reserva”.

El problema es, que, en este registro, únicamente se puede dejar un campo vacío, por lo que tenemos que dar, sí o sí, o el teléfono, o el correo, aunque la ley, no obliga a tener número ni correo. Además, en el caso de los niños, especialmente de los más pequeños, no están ni siquiera obligados a tener DNI. “En caso de tener algún campo vacío en el nuevo registro, nos dejará enviarlo, pero nos rebotará el correo dando un error”, afirma la responsable.

Por supuesto, es evidente pensar, algo que confirma María, que el tiempo que se tarda en recepcionar a los clientes, va a ser mucho mayor, algo que, como consecuencia traerá malestar cuando sean muchas las reservas en algunas fechas señaladas, que traerán largas colas de espera en las recepciones de los hoteles.

Los datos

Y es que a la hora de tener que aportar una cantidad de datos tan grande, que incluye hasta tener que decir el grado de parentesco en el caso de que se trate de un menor, son muchos los que habrán pensado en la LGPD, esa Ley General de Protección de Datos, que choca contra el nuevo reglamento frontalmente, ya que obliga a tener que decir datos que la LGPD protege, e incluso el propio derecho a la intimidad recogido en la Constitución Española.

Además, al tener que decir en público todos estos datos, nos enfrentamos de manera directa a que nuestra intimidad sea revelada a quienes no deben tenerla. En este caso, Ramón Estalella, secretario general de la CEHAT, la confederación de hoteles y alojamientos turísticos, afirma que “son datos de gran intimidad y con altísimo riesgo de ser robados o pirateados”.

La reforma

Los cambios a la hora de registrar viajeros, estaban previstos para que entraran en vigor desde el pasado mes de octubre, aunque el panorama político y las protestas por parte de asociaciones hoteleras han propiciado que, finalmente haya sido este mes de diciembre, cuando ya hay que aportar tal cantidad de datos que podría generar un caos en vísperas del puente de diciembre.

El problema en este caso, es, que se trata de una reforma que ha llevado a cabo el Gobierno, sin, como en otros muchos casos, contrastarlo con el sector, algo con lo que el sector hotelero tiene un profundo malestar. Pero, además, debido a la rapidez y poca preparación con la que se ha creado este nuevo sistema de reservar, su funcionamiento es malo y tiene muchas caídas.