Fernando de Haro: "Las empresas no votan, los pensionistas sí"

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Tenemos en la cumbre de Glasgow al Greto que habla español. Se llama Francisco Javier Vera Manzanares, tiene 12 años y está muy comprometido en la lucha del cambio climático. Francisco Javier Vera Manzanares pasó hace unos días por estos micrófonos. No sé si es conveniente que niños tan pequeños sean activistas. Es sin duda necesario que todos nos sensibilicemos en la lucha contra el cambio climático, que le hagamos saber a nuestros líderes políticos que estamos preocupados por el futuro del planeta. Es importante que cambiemos algunas formas de hacer las cosas y ayuda en la lucha contra cambio climático usar el coche y la calefacción de forma racional y reciclar.

Otra cosa diferente son los discursos que divinizan la naturaleza o que nos inundan con un nuevo moralismo. Lo de divinizar la naturaleza ha llegado en casos extremos a que algunos defiendan la necesidad de que desaparezcan los hombres de la faz de la tierra. Los discursos de los nuevos moralistas cansan. Nos interesa el planeta, queremos ser responsables, pero no queremos escuchar a todas horas gente que nos diga que vivimos mal y que hay un deber que hemos incumplido un deber. Una cosa es llamar a la responsabilidad y otro cosa reñir a todas horas. Los discursos moralistas no provocan más que hastío, cansancio, o impotencia, no cambian nada. Son negativos y siempre nos movemos por algo positivo.

Si alguien pensó que la anulación de la plusvalía municipal por parte del Constitucional iba a suponer que el impuesto iba a desaparecer, la ministra de Hacienda, la ministra Montero, lo ha dejado claro hoy en el debate de los Presupuestos. Habrá un nuevo impuesto de plusvalía. El Gobierno no da ni un paso atrás en impuestos y sí da algún paso adelante. El aumento de las cotizaciones de trabajadores y de empresas para solucionar el problema de las pensiones primero filtrada y luego confirmada por el ministro Escrivá es un nuevo impuesto.

El ministro Escrivá ha defendido esta mañana que la subida de las cotizaciones tiene la ventaja de hacer sostenible el sistema sin recortar ninguna pensión. Lo que plantea ahora el Gobierno es subir medio punto las cotizaciones sociales durante diez años, a partir de 2023 y hasta 2032. Esto supondría a empresa y trabajador, con un sueldo medio, pagar 10 euros más para rellenar la hucha de las pensiones.

Bruselas espera la reforma del sistema de pensiones como espera la reforma laboral para finales de año. La primera parte de la reforma de las pensiones, la que se aprobó en julio, era una buena noticia para los pensionistas porque restablecía la revalorización según el IPC y era una mala noticia para el sistema de pensiones. Porque suponía volver a la situación que había antes de la reforma de 2011. En julio se eliminó una cosa que se llamaba el 'factor de sostenibilidad', es decir la reducción de la pensión a medida que aumentara la esperanza de vida. El ministro Escrivá o el Gobierno tienen que explicar cuál es el mecanismo que sustituye el factor de sostenibilidad. De momento la subida de las cotizaciones supondrá ponerle las cosas más difíciles a las empresas sin ajustar las pensiones. Las empresas no votan, los pensionistas sí.

Herrera en COPE

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Con Carlos Herrera

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