Fernando de Haro: "El narcisismo exhibicionista de la política española bate todos los récords"
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En las últimas semanas he leído varias entrevistas de sesudos intelectuales, personajes más o menos famosos con más de 60 años que dicen que se han drogado bastante en su vida y que se lo han pasado muy bien y que han disfrutado. La droga no es divertida ni suquiera como estrebillo de una canción. España tiene un problema serio de narcotráfico, España está a la cabeza de Europa en el consumo de cocaína y de cannabis. La droga no ayuda a estudiar, no ayuda a trabajar, no ayuda a divertirse, la droga mata.
Para comprender lo que pasa en la vida política española cada vez es más necesario recurrir a los mitos clásicos.
El narcisismo exhibicionista de la política española bate todos los récords. Más de la mitad de los españoles se levantan antes de las 8 y muchos antes de la 7 y no lo van contando. La vicepresidenta Yolanda Díaz es como los alumnos que suspenden un examen y van a la revisión y le cuentan al profesor que llevan varias noches sin dormir para conseguir un aprobado con el cuento de la pena. La vicepresidenta Yolanda Díaz la semana pasada suspendió, solo por chiripa, por un voto equivocado sacó adelante la reforma laboral. Señora vicepresidenta no importa a que hora se levante, lo que cuenta es aprobar.
Lo dijo ayer lunes. Pues vicepresidenta como todo hijo de vecino. La vicepresidenta en plena negociación por la subida del SMI se pega un tiro en el pie, este es el Gobierno que insiste en contarnos que lo cuenta no es echar muchas horas sino ser productivo y conciliar. No nos interesan a qué hora se levantan y acuestan los políticos.Lo que nos interesa es que gobiernen bien.
Yolanda Díaz, ha puesto encima de la mesa una subida del SMI hasta 1.000 euros, subida que rechazan los empresarios. ¿Es bueno o es malo que suba el SMI? Depende. En España ganamos un 20 por ciento menos de lo que gana un europeo medio. Es muy conveniente y necesario que los salarios, sobre todo, los más bajos suban. Si sale adelante la propuesta de Yolanda Díaz el SMI habrá subido más de un 36 por ciento desde que Sánchez llegó a Moncloa. ¿Eso es bueno o malo? Pues también depende.
Si el trabajador que lo percibe está cualificado, si la empresa en la que trabaja es productiva, si la autonomía en la que vive tiene buenos salarios y una buena economía, es bueno. Por el contrario si el salario está por debajo de la productividad, si hablamos de una autonomía donde el SMI está por encima del 60 por ciento del salario medio, es malo porque aumenta el paro. La realidad es compleja y requiere menos narcisismo, menos contarnos los horarios de cada cual y más dedicarse a las cosas.