De Haro: "Un año después de las elecciones, se ve la dificultad que tiene Sánchez para gobernar"
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Hoy es 23 de julio. Hace un año votábamos en las elecciones generales. Sánchez no ganó las elecciones, pero consiguió la uinvestidura. Hoy, precisamente, en el Congreso de los Diputados se ha debatido la admisión a trámite de la reforma la ley de extranjería. Una propuesta de ley. En ese debate se ha hecho evidente la debilidad que tiene la mayoría de Sánchez. La reforma de la ley de extranjería que el PSOE quiere aprobar con Coalición Canaria consiste, exactamente, en obligar a las comunidades que acepten niños no acompañados cuando los centros de acogida están desbordados, que es lo que sucede ahora.
Claro, si tú impulsas una ley sin ponerte de acuerdo con los partidos de Gobierno, tienes un problema. Porque a las Comunidades Autónomas les puedes imponer algo, pero lo normal es pactar con las CCAA. El Gobierno no ha querido que hubiese una negociación detenida y detallada con el Partido Popular. No ha querido tramitarla como un proyecto de ley, sino como una proposición de ley. Es más ágil, es verdad, pero hay menos debate.
Lo más probable es que no se admita a tramite, rechazo del PP, de Junts. El PP tiene cuatro exigencias sobre la mesa: la convocatoria inmediata de una Conferencia de Presidentes para abordar el problema migratorio; que se declare ya la emergencia migratoria a nivel nacional; el compromiso por parte del Gobierno de financiar la acogida de los menores inmigrantes hasta su mayoría de edad y no sólo durante el primer año de su estancia en España; y la garantía de que, una vez superada la capacidad de acogida de las CCAA, será el Gobierno el que aportará los medios y recursos para incrementarla.
Pero el Gobierno no quiere negociar, no ha cedido. El Gobierno no tiene mayoría absoluta y lo que ha pedido Coalición Canaria, Cristina Valido, es que se retire antes de que sea derrotada la admisión a trámite. Lo mismo pide el Partido Popular. Ana Alós pide retirar la reforma de la ley de extranjería para seguir negociando.
Esto significa que Sánchez tendría que negociar con el Partido Popular. Y le cuesta trabajo. Junts tampoco está dispuesto en darle los votos a Sánchez. Un año después de las elecciones, se ve la dificultad que tiene Sánchez para gobernar. Una cosa es aprobar presupuesto. Un partido con inclinaciones xenófobas. No está contento Puigdmeont.