De Haro: "A pesar de la evidencia, el Gobierno sigue diciendo que se han tomado las medidas necesarias"
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La estrategia no declarada del Gobierno, la estrategia de convivencia con el virus en esta quinta ola sigue marcando la actualidad. Una ola diferente porque todavía no ha disparado las hospitalizaciones, una ola diferente, en la que los contagios crecen muy rápido y en el que los daños económicos serán importantes.
Es la petición de un padre brasileño, pastor protestante, en un país como el nuestro en el que se hace bandera, motivo de enfrentamiento por todo. Desde el principio se atribuyó al homicidio o al asesinato un carácter homófobo. De momento las investigaciones no lo han confirmado. Pero hay algunos que quieren correr más que la policía.
Por desgracia, ya sabemos lo que son los juicios paralelos, el documental de Netflix sobre el caso Wanninkhof nos recuerda lo que suponen los juicios paralelos y la condena injusta, por ejemplo, de Dolores Vázquez. Ni los periodistas, ni los políticos, ni las manifestaciones, ni las televisiones son quien establece las causas de un delito.
No sabemos si a Samuel lo mataron porque era homosexual. Samuel era homosexual, era también diácono en una congregación protestante, estudiaba para ser protésico dental, era voluntario en Cruz Roja, cuidaba a mayores, enseñaba Biblia y mucho más.
Samuel era una persona. Sea cual sean las razones del horrible linchamiento, ha sido un horrible, abominable, linchamiento. El origen del odio que sufrió Samuel puede cualificarlo y sería terrible que fuera odio homófobo, pero en cualquier caso el odio ha sido descomunal. La desgracia es que sigamos empeñándonos en poner etiquetas a todo, también a los muertos. Como si así fuera más fácil digerirlos.
Samuel ya descansa en paz, los que tardarán mucho en descansar, toda una vida, son sus padres. Pero eso parece interesarnos menos porque, mira por donde, han pedido que no se haga bandera con su dolor.