'Alien, el octavo pasajero' cumple 40 años siendo uno de los reyes de la ciencia-ficción

En La Tarde de COPE repasamos las curiosidades y anécdotas que marcaron la producción del clásico de Ridley Scott

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'Alien, el ocatvo pasajero' cumple 40 años siendo uno de los reyes de la ciencia-ficción

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Se cumplen 40 años desde que “Alien, el octavo pasajero” helara la sangre de los espectadores que presenciaron por primera vez al conocido como xenomorfo, uno de los monstruos más emblemático del cine de ciencia-ficción y de terror. Sin embargo, aunque es la película referencia de todo un gigante de la dirección como Ridley Scott y de ella han nacido 6 secuelas, su producción está llena de anécdotas y curiosidades. Por ejemplo que la protagonista, Sigourney Weaver, no fue la primera opción para encarnar el personaje.

Al principio iba a ser un hombre: Tom Skerritt era el elegido. Primero renunció al papel por el bajo presupuesto y al final acabó encarnando al Capitán Dallas, también parte del reparto final de la cinta. Pero es que después iba a ser Meryl Streep, actriz más cotizada en el momento, pero no pudo hacerlo por la muerte de su pareja, John Cazale (conocido por su papel de Fredo en “El Padrino”). Así, se apostó por una casi desconocida Sigourney Weaver.

“Alien” cuenta con varios monstruos, el primero el “face hugger”, que es el alien que se pega a la cara. Después ya aparece el “chestbuster”, que es el que aparece en la escena más conocida de toda la saga. Esa en la que John Hurt, que hace el papel de Kane, es el que tiene el papel de incubar al alien. Pero, hablando de su origen, la criatura la creó el escultor y dibujante suizo Hans Rudolf Giger. Ridley Scott le contrató para dar vida al monstruo al ver unas litografías del autor. El resultado es el Xenomorfo, que no aparece entero hasta el final. Primero vemos los huevos de los que nacen. En el tráiler solo aparecía ese huevo a través de una serie de imágenes en las que no se ve mucho, pero sí una frase ya mítica: “En el Espacio nadie puede oír tus gritos”.

Hay un dato que da idea del ahorro que tuvieron que hacer cuando el presupuesto se estaba yendo de las manos. Las luces láser de color azul que se usaron para dar ambiente a la famosa cámara donde se encuentran los huevos de alien a punto de eclosionar: fueron prestadas por la banda británica The Who.

Además, el montaje inicial, que duraba 3 horas y 12 minutos, se acortó y también las escenas sangrientas, porque para la época resultaba un tanto gore. Algunos datos más: Harrison Ford rechazó el papel del capitán Dallas; para crear algunos efectos, como el que sangrase ácido el alien, se recurrió al artista conceptual Ron Cobb; para crear los tendones viscosos de su boca, se recurrió a caucho derretido… Y el xenomorfo aparece un total de 4 minutos y sólo al final de la película, cuando Ripley se lo encuentra cara a cara.

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