"Lo daba por perdido": Un joven se salva de una operación a corazón abierto gracias a esta técnica
Cuando Joan nació tuvo que ser intervenido a corazón abierto y ahora, con 18 años, sabía que tenía que volver a pasar por lo mismo, pero esta vez ha sido muy diferente
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Joan está a punto de cumplir 18 años y de empezar diseño industrial en la universidad. Cuando nació el 15 de octubre de 2005 en Barcelona, se le diagnosticó con Tetralogía de Fallot. Este defecto afecta al flujo normal de la sangre cuando pasa por el corazón.
Esta cardiopatía congénita se produce al no formarse correctamente el corazón del bebé en el vientre de su madre. Con solo 9 meses fue operado a corazón abierto y cuando tenía 21, volvió a pasar por el quirófano.
Vivir con una operación a corazón abierto en el horizonte
Desde entonces ha estado viviendo una vida normal, pero en el horizonte sabía que tendría que volver a ser operado. Y, ese momento, llegó hace apenas tres meses. Joan se ha convertido en el primer paciente de Europa en someterse a una intervención pionera en el continente en el hospital de Vall d'Hebrón de Barcelona, evitando ser a corazón abierto.
"Me lo hicieron un día por la mañana, estuve el día entero de reposo, dormí en el hospital y al día siguiente me estaba yendo a casa", cuenta Joan.
Junto al cardiólogo, acordaron el aplazar la operación lo máximo posible "para que la tecnología avanzara" y que pudiesen aparecer nuevas técnicas. "Siempre tenía esa esperanza", revela.
Una vez le comunicaron que sí era posible, cambiaron de opinión "porque el adaptador no se podía poner y tenía una dilatación muy grande como para poner el stent". Cuando lo daban por perdido, al final les dijeron que sí se podía hacer.
La primera vez en Europa
El doctor que lo operó es el responsable de la Unidad de Hemodinámica Pediátrica del servicio de cardiología pediátrica del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, Pedro Bertrián. Explica que "es frecuente" hacer una cirugía en la época lactante. Sin embargo, como consecuencia, la válvula pulmonar deja de funcionar con el tiempo.
"El dispositivo que hemos podido utilizar en el caso de Joan es un adaptador, una especie de diábolo con la parte más ancha en ambos extremos", detalla. Puede anclarse a la zona y, en su parte más estrecha, se implanta la válvula. "Esto convierte a pacientes que hasta ahora era de obligada cirugía a pacientes que podemos reconvertir a tratamiento de catéter, mejorando la recuperación", continúa.
Una opción "mejor y menos agresiva"
Este procedimiento permite que, a los 10 o 15 años que puede durar la válvula, puedan volver a emplearlo varias veces para reemplazarla por una nueva en lugar de la cirugía. Esto no elimina la posibilidad de operación a corazón abierto, pero sí la aleja.
Este momento se conoce a través de estudios, como resonancias o ecografías, en los que se establece el tiempo que se puede esperar. Si se retrasa hasta que aparezcan síntomas externos, se puede llegar tarde y, aunque la intervención sea satisfactoria, podría afectar a la capacidad de recuperación del corazón.
Esta técnica se ha aplicado ya fuera de Europa, pero es la primera vez que se realiza dentro del continente. El doctor espera que, "a la mayor brevedad posible", la Agencia Europea del Medicamento la apruebe y le dé acreditación oficial para que se pueda dar un uso normalizado.
"Actualmente, no es así y ha tenido que ser por un mecanismo excepcional", añade. Desea que en unos meses se disponga de este dispositivo en todos los centros para que se pueda ofertar a todos los pacientes esta "mejor y menos agresiva opción".