Experta en psicología explica por qué hay situaciones en las que nos rendimos y abandonamos: "Es algo natural"
Es agosto y muchas personas se encuentran de vacaciones, pero quizás se han puesto expectativas altas, lo que puede llevar a una sensación de frustración si no se gestionan bien
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"Grandes esperanzas” es una novela de Charles Dickens que refleja a la perfección la frustración de un joven huérfano que aspira a una vida mejor. Pip quiere ser un noble caballero para conquistar el amor de Stella, pero tendrá que enfrentarse a un mundo de perspectivas oscuras y a los manejos de una excéntrica mujer.
Hablamos hoy en 'La Tarde' de expectativas. Es agosto y muchas personas se encuentran de vacaciones, pero quizás se han puesto expectativas muy altas, lo que puede llevar a una sensación de frustración si no se gestiona bien. Los padres, la familia, los amigos y ahora las redes sociales someten a una alta presión. Expectativas académicas, económicas y sociales son a veces un caldo de cultivo para acabar en ansiedad y frustración.
Noelia Ruiz Herrera es profesora del Grado en Psicología de la Universidad Internacional de La Rioja. Ha explicado que la expectativa es la anticipación de que un evento lleva a otro evento. Si se escucha una sirena, luego viene un furgón de policía. La experta ha diferenciado las expectativas de comportamiento de los resultados: "Esta es la creencia que tenemos de que a unos actos específicos les siguen unos resultados".
Ruiz Herrera ha advertido cuál es el factor fundamental a la hora de gestionar las expectativas: "El valor subjetivo, si ese resultado no tiene ningún valor, no voy a poner en acción la expectativa, digamos que si el resultado no me interesa, la expectativa no importa".
Las expectativas tienen que ver con el “locus de control”, que se refiere a la creencia de una persona de que su conducta influye o no en las consecuencias. Externalismo supone creer que lo que pasa escapa a nuestro control. Todo es externo. Mientras que Internalismo es pensar que todo lo que pasa a la persona depende de sus actos.
Otra de las variables es la sensación de control o la eficacia percibida, hay cosas que no están bajo nuestro control, "tiramos la toalla", al considerar en la imposibilidad del acto, está todo perdido. Si, por el contrario, se convence a uno mismo de que depende del individuo, se tomarán nuevas decisiones, "esto es algo natural".
Una cuestión importante, según la experta, es el control percibido: "Es un juicio propio en el que uno tiene la capacidad para llevar a cabo una acción, pero las personas difieren en el grado de control que consideran tener sobre sus vidas y las creencias no son objetivas y son subjetivas, lo más importante es la percepción de la situación".