Primera sentencia contra la subcontrata de Meta en Barcelona por daños mentales a un empleado

Ryan Hartwig trabajó durante dos años para una subcontrata de META como “moderador de contenido”. Se encargaba de revisar y borrar grupos, páginas, vídeos y comentarios que infringieran las normas básicas para estar en Facebook e Instagram en Latinoamérica.

Han pasado ya algunas semanas desde que contó en La Linterna de Ángel Expósito en qué consistía su trabajo y, sobre todo, qué tipo de contenido tenía que “moderar” cada día, pero a mí, personalmente, todavía me pone los pelos de punta su testimonio: “De vez en cuando pornografía infantil, acoso escolar, muchos vídeos de suicidio...”

Y es que ¿quién está preparado para lidiar con este tipo de imágenes? A Ryan lo avisaron antes de formalizar su contrato pero después, la realidad fue bien distinta. Aun así, la empresa contaba con un equipo psicológico que daba “herramientas” a los trabajadores para que el contenido les afectara lo menos posible.

Ryan, por suerte, salió a tiempo, pero lo normal es que los trabajadores de este tipo de empresas abandonen a los pocos meses de empezar o se cojan una baja. De hecho, esto último es lo que está pasando en España y de manera cada vez más frecuente. El problema, es que hasta ahora no se reconocía esa relación causa-efecto entre el contenido que estos trabajadores tenían que ver diariamente y el daño psicológico que les causaba.

Decimos “hasta ahora”, porque por primera vez una sentencia judicial responsabiliza a una subcontrata del gigante tecnológico Meta en Barcelona de los trastornos sufridos por un trabajador y reconoce la baja de este como un “accidente laboral”.

Para que te hagas una idea, el chico tiene 26 años y lleva 5 bajo tratamiento psiquiátrico por haber revisado contenido extremo cada día durante 8 horas con descansos de 5 minutos. Francesc Feliu es abogado experto en responsabilidad civil sanitaria y es la persona que ha conseguido que se haga justicia en este caso.

Ha explicado el contenido tan salvaje que tenía que ver su cliente: “suicidios en directo, actos de terrorismo en directo, cualquier tipo de salvajada”. Además, explica que “el 50 por ciento del tiempo de trabajo de este trabajador era contenido de este estilo de manera diaria”, y esto era en turnos de 8 horas.

Y es que su cliente ha desarrollado muchos síntomas: “Trastornos de estrés postraumático crónico, temas de agorafobia, miedo salir a la calle, ha tenido intentos de suicidio.” Entre 300 y 400 vídeos de contenido altamente violento es lo que tienen que ver estos trabajadores cada día. Es impensable pensar que esto no te afecte.

Las condiciones de trabajo de su cliente eran de lo “más dantescas”, eran 8 horas, con descansos de 5 minutos, y cronometrados. Además, solo en inglés y en el idioma del país que le toque moderar aunque trabajes desde España. A esto se suma la monitorización continúa, y el sueldo va entre los 2,300 € y los 4.000€.