Policía local de Sevilla, ante los sucesos de las Tres Mil Viviendas: "No tenemos miedo, lo que no tenemos son medios"

El barrio sevillano de las Tres Mil Viviendas es una de las barriadas más polémicas de toda España. Cada cierto tiempo la Policía Nacional lleva a cabo en sus calles macro operaciones contra el tráfico de drogas y de armas. Operaciones que terminan con macrorredadas.

El último incidente grave ocurría este pasado fin de semana cuando se producía un tiroteo con armas de guerra. 

La Policía interviene armas y munición de guerra en las Tres Mil Viviendas tras un tiroteo

De madrugada, los vecinos se alarmaban al escuchar disparos de armas automáticas o semiautomáticas. Todo se debía a un enfrentamiento entre los distintos clanes dedicados al narcotráfico en este punto de Sevilla.

La Policía Nacional mantiene abierta una investigación para tratar de aclarar el suceso, que no provocó heridos, pero sí  daños materiales por impactos de bala y que motivó que la sala del 091 recibiera varias llamadas en la madrugada del domingo para alertar sobre los disparos.

Abordar el problema sin más demora

Lo ocurrido el domingo ha sido la gota que ha colmado el vaso. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que el jueves se reunirá con el subdelegado del Gobierno para tratar el asunto,  asegura que este problema no se solucionará sin actuaciones policiales "contundentes".

Por su parte, el  Gobierno va a desplegar un refuerzo especial de la Policía Nacional, en coordinación con la Guardia Civil, para localizar a los autores y para evitar que se produzca algún tipo de "revancha".

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha subrayado al hablar del tipo de armas empleadas  que son utilizadas por organizaciones criminales, "no solamente en Sevilla", sino que ha ocurrido en otras zonas como la desembocadura del río Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), en Huelva o en la Costa del Sol porque este tipo de bandas utiliza armas cada vez más "sofisticadas".

"No tenemos miedo, lo que no tenemos son medios"

El delegado gubernamental ha incidido en que se ha reforzado la presencia de la Policía Nacional en la Tres Mil Viviendas para dar con el paradero de quienes participaron en el tiroteo y para evitar que se produzca algún tipo de "revancha", y ha afirmado desconocer si la Policía Local de Sevilla se ha negado a entrar en la barriada.

Una pregunta que le han hecho en Mediodía COPE Pilar Cisneros y Jorge Bustos a Luis Val, representante del Sindicato Profesional de Policías Municipales en Sevilla.

"¿Miedo? No, no tenemos miedo. Nosotros somos profesionales de la seguridad. Lo que tenemos que tener son medios para poder afrontar estas circunstancias. Nosotros, como policías locales, ni los propios patrulleros de la Policía Nacional, los Z, tienen medios ni posibilidad de afrontar un enfrentamiento armado con este tipo de personas ni, lógicamente, armas ni formación", contesta el representante policial.

Luis Val confirma que la Policía sevillana tenía "sospechas de que este tipo de material estaba ya en la ciudad de Sevilla. Hemos detectado algún tipo de munición de este calibre en algunos registros de vehículos, pero no llegamos a ver el arma en sí".

 Se habla de tres tiroteos en 72 horas, ¿qué es lo que está pasando para que se produzca esta situación? "Son guerras de poder territorial de los clanes. Están, lógicamente, marcando su territorio y su forma de actuar. El problema es que todas estas zonas marginales o estos barrios, no todas las personas que viven son de este tipo, hay muchas personas que su capacidad económica no les permite vivir en el mejor del barrio y viven ahí, que trabajan que respetan las leyes y que, por desgracia, se ven afectados todos los días", explica

¿Se puede hablar de que esta zona es una ciudad sin ley? "No, sin ley, no. Tiene su propia ley. Esta zona tiene su propia ley interna. Hay seis clanes. Los clanes tienen luchas de poder y eso afecta, al final de cuentas, a todo lo que es la barriada; se dedican a la venta de drogas, al trapicheo, a los robos..., son barrios marginales en los que la presencia policial no es grata", concluye.