Un rey diferente a todos los demás
Escucha la Firma de José Luis Restán del 24 de diciembre
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A pocas horas de la gran noche de Navidad quiero dejar hablar al franciscano sirio Ibrahim Alsabagh, que durante años fue párroco de Alepo en medio de la terrible guerra que ha asolado su país, y que ahora sirve en la Basílica de la Anunciación, en Nazareth. Durante años seguí sus intervenciones, y pude dialogar con él en la edición de 2017 en EncuentroMadrid. Allí relató cómo vivía en medio del dolor y la fatiga, visitando hospitales, acompañando a los moribundos, celebrando funerales, visitando casas que habían sido dañadas y familias sin hogar. Y, sobre todo, sosteniendo la llama vacilante de la fe de aquellas gentes, desafiada cada día por una maldad inexplicable. Ahora, desde Nazaret, reconoce que “miremos donde miremos, vemos la sombra del conflicto que pesa sobre nuestros corazones… pero aquí el Verbo se hizo carne, y es aquí donde vino para decirnos que ya nunca estaremos solos”.
En su carta se refiere al anuncio del profeta Isaías de que el Señor salvaría a su pueblo mediante el nacimiento de un hijo. En aquella época también se oían tambores de guerra, la presión de las grandes potencias, desde Asiria hasta Egipto, era enorme, y en Israel reinaba el caos porque los reyes mezclaban el culto a Dios con la idolatría. Entonces muchos dejaron de considerar a Dios como la fuente de la salvación y buscaban la salvación en sus propias fuerzas y en frágiles alianzas con los poderosos del momento. Solo un pequeño número permaneció fiel al Señor. Isaías profetizó una salvación que llegaría “mediante un rey diferente a todos los anteriores”. Esa profecía es más actual que nunca. El P. Ibrahim, que lleva cosido a la piel el dolor de su pueblo, se atreve a decir que “la respuesta de Dios a todo el mal del mundo está presente en este Niño, en Jesús, que trae la salvación”.
Y a sus amigos, nos dice que nos fijemos en este Niño divino, no tanto en el oleaje de la historia, “para poder seguir caminando con serenidad sobre las aguas del mar agitado, como hizo Pedro una vez”. Feliz Navidad para todos.