Reconocimiento, prevención y reparación a víctimas: "Es imprescindible que comprendan que ellas no han tenido culpa"

El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, se dirigía a las víctimas de abusos en la Iglesia durante el acto de reconocimiento y reparación que tenía lugar el lunes 21 en la Catedral de la Almudena enunciando que “no queremos, no podemos, no debemos pasar página”.

Durante su intervención, pedía perdón así a las víctimas en nombre de la Iglesia y también agradecía el testimonio de dolor, un testimonio 'valiente', como él declaraba, de todos y cada uno de los que participaron en este acto.

El acto en cuestión, comenzó con distintos testimonios de víctimas de abusos en la Iglesia: abusos de poder, de conciencia, y también sexuales. En este proceso de reparación es fundamental el acompañamiento, y para conocer en profundidad cómo se lleva a cabo esa herramienta fundamental, en 'Mediodía COPE' hemos tenido oportunidad de escuchar a Miguel García - Baró, el coordinador del 'Proyecto Repara', que desde hace más de cuatro años, realiza ese acompañamiento a las víctimas de abusos en la Archidiócesis de Madrid.

la importancia del acompañamiento y la escucha a las víctimas 

Una labor en la que la Iglesia trabaja y que también se ve reflejado en actos como el que tuvo lugar en el pórtico de la Catedral de la capital: “Es muy importante porque la herida y el dolor de las víctimas resulta insondable y muy difícil de entender para quien permanece fuera. Naturalmente, si se trata de algo que ha sido causado por alguien vinculado a la Iglesia y quizá encubierto por alguien vinculado a la Iglesia, entonces, o ven otra cara, la auténtica de la Iglesia, o sino se produce un daño, ya no solo físico o psicológico sino incluso espiritual que no hay manera de recuperar prácticamente”, declaraba nuestro invitado.

Lo esencial es ver qué necesita cada cual. Lo primero es poder ser oído o ser creído"

Miguel García - Baró, coordinador del 'Proyecto Repara', Archidiócesis de Madrid

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Con respecto al acompañamiento, Miguel García – Baró declaraba que depende mucho de cada caso en concreto pero que lo esencial es “ver qué necesita cada cual. Lo primero es poder ser oído o ser creído a ser posible. Uno de los testimonios de los que se leyeron la otra tarde decía que 'sufría casi más que con el abuso mismo' y esto tiene que desaparecer. El acompañamiento es justamente ir dando la medida de la esperanza y dejaremos mucho tiempo por delante para que vaya madurando la posibilidad de que se reencuentre usted mismo y pueda comprender que quienes intentamos ayudarle, no tenemos ninguna otra finalidad que ayudarle. En todo caso una finalidad añadida, a la vista de cómo es el Evangelio, las conductas que han sido contrarias a él tienen que ser anuladas y a ser posible que nunca más se repita algo por el estilo", añadía el coordinador del 'Proyecto Repara'

reconocimiento, prevención, atención y reparación

Además, hemos aprovechado la oportunidad para preguntar a nuestro invitado si es posible sanar una herida como es la que deja un abuso en el seno de la Iglesia: “Aún no sabemos si es posible sanar, es posible una recuperación extraordinaria de la conciencia de la propia potencia para sobrevivir a todo. Es imprescindible que comprendan las víctimas que ellas no han tenido ninguna clase de culpa, que no han dado lugar ellas a nada y que entonces puedan ver a distancia la causa de su daño y de esta manera convivir con la idea de que ellas están más bien crucificadas que siendo en ningún sentido cómplices ni ayudantes de quienes las han martirizados”, apuntaba Miguel García – Baró, el coordinador del 'Proyecto Repara' que desde hace más de cuatro años, trabaja con las víctimas de abusos en el seno de la Iglesia desde la Archidiócesis de Madrid.